~Capitulo 26~ Beso

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Estuve un rato solo mirando el techo, por órdenes de mis padres tenía que quedarme en casa hasta que los hematomas sanaran lo suficiente como para que no me doliera el moverme.

Pese a que no me gustaba salir, estar todo el día solo era molesto, ni siquiera podía ir con mis gatos.

Pensé en la causa de mis heridas, no creí que ayudarla me dañara tanto, pero no podía dejarla sola entre tan molestos chicos, es solo que debí intuir que pelear solo contra ocho no sería muy fácil. No me arrepentía, ella se había vuelto una gran amiga en estos últimos tiempos.

Me sentía culpable, sabía exactamente lo que ella sentía por mí y aun así no podía corresponderle, tal vez debería dejárselo claro de una vez por todas, para así evitar que se hiciera más ilusiones.

Un trueno retumbó en la habitación, la tormenta que afuera se estaba desarrollando parecía no querer parar. Sólo me estremecí cuando el frío se coló en la habitación, traté de entrar en calor escondiéndome entre las sabanas.

Bufé molesto, estaba aburrido. Estos últimos días mi familia ha estado tratándome como un bebé, cuidando de cada paso que doy y, aunque se siente reconfortante estar rodeado de todo su amor, simplemente quería demostrar que yo podría con esto.

Han pasado tantas cosas que no sé cómo sentirme, no esperaba tener una pretendiente y mucho menos tanto cariño de parte de mis hermanos. Karamatsu parecía querer volverse más cercano a mí, seguro tratando de velar por mi bienestar, pero no podía evitar mirarlo molesto cada vez que mencionaba a Homura, nunca dijo nada al respecto así que sólo asumí que estaba imaginándome las cosas.

Todomatsu se la pasa más conmigo, siempre que lo veo es como si estuviera observándome de reojo, es raro, pero no sé qué esperar del menor de mis hermanos. Incluso parecía que intentaba acapararme para sí solo. Un rayo alumbró la habitación que se encontraba a oscuras, la electricidad se había ido en cuanto la tormenta se hizo más fuerte. Hacía mucho frío, en esos momentos me arropé de pies a cabeza esperando el sonido que pronto indicaría cuán lejos se hallaba la tempestad.

Aún con el ruido que ocasionaba la lluvia podía escuchar los arañazos en la puerta del cuarto, con cuidado me levanté tratando de no hacer ningún movimiento brusco, le abrí al animal que pasó restregándose por entre mis piernas.

Le guié al futón para sentarme a su lado. El lindo minino naranja con franjas azules simulando lentes alrededor de sus ojos estaba empapado. Le tomé entre mis brazos y con una toalla empecé a secarlo.

Él animal estaba tan quieto que parecía dormido cuando trataba quitar toda especie de humedad en su pelaje.

---Veo que no podías esperar para verme---envolví al gato en la toalla y lo acuné cual bebé, sonreí cansado---. Pero, no deberías salir con tanta lluvia---el minino lamió mis manos tratando de disculparse---Gato descuidado

Al asegurarme de que ya estaba totalmente seco le dejé en el piso y busqué una bolsa con comida y un plato, luego de servirle me acosté de nuevo, suspiré una vez más, cerrando mis ojos.

Aún faltaba tiempo para que mis hermanos llegaran y la lluvia de a poco se iba perdiendo en la inmensidad del cielo.

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Una pequeña petición de permiso me despertó al instante, reconocía la voz femenina a la perfección, en esos instantes quise tener un reloj para asegurarme que ya todos habían salido de clases y no era solo un sueño.

---Adelante---me extrañé al notar que solo ella entraba a la habitación, últimamente mis hermanos me cuidaban de más y era raro que no se cercioraran de mi bienestar a penas llegar, no quería parecer grosero por insinuar que me sentía incómodo estando solo nosotros dos---¿Y los demás?

Cartas a Karamatsu [KaraIchi]Where stories live. Discover now