~Capítulo 30~Invierno

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Ichimatsu ya lo sabía.



Todos ya lo habían notado, incluso Osomatsu siendo tan despistado con esas cosas había notado que Karamatsu estaba muy meloso con él. Totty se lo había confirmado aquel día.



Tal vez no pudieran pasar tanto tiempo juntos, los demás casi impedían que pasarán tiempo a solas; suponía que Todomatsu tenía que ver en esto, le explicó que no podía dejar que idiotamatsu arruinara todo lo que habían logrado hasta ahora.



Quería confesársele de una vez por todas, terminar con ese juego del gato y el ratón que había comenzado ese verano. El invierno estaba a la vuelta de la esquina y, aunque la estación le resultara mágica, ya estaba harto de tanta espera.



Le amaba, ¿qué más podría decir? Le quería con todas sus fuerzas y ya tenía toda la confianza para admitirlo públicamente.



A la mierda todas esas personas que podrían llegar a juzgarlos, ¿Qué son hermanos y además hombres? ¿Y a ellos que les importaba? Incluso había hablado con su madre y ella no parecía molesta con la insinuación de una posible relación entre dos de sus hijos. La mujer sólo sonrió y le dijo que siempre amaría a sus hijos sin importar sino le daban nietos, un golpe bajo para Ichimatsu que no podría cumplirle ese deseo a su madre; aunque tenía a Jyushimatsu que era seguro no tenía ese tipo de gustos y a Choromatsu que hace unos días le había dicho que amaba con todas sus fuerzas a la nueva Idol que había salido al estrellato.



Había practicado frente a sus gatos, incluso intentó escribir un discurso, uno de esos que te darían diabetes si lo escucharas; aunque sólo de pensarlo le daban ganas de tirarse al suelo y sentirse como basura. Ni siquiera eso podía hacer bien.



Era imposible que pudiera hacer tal espectáculo. Aunque lo deseara Ichimatsu no era ese tipo de persona tan melosa. Tal vez por eso amaba a Karamatsu.



Él era todo lo contrario a su persona.



Sabía muy bien que si ambos presentaban sentimientos hacia el otro, él sin duda buscaría la manera de admitirlo; no es como si no pudiera ver sus muy obvias intenciones. Karamatsu estaba igual o más desesperado que él. Podía verlo en sus ansias por el momento oportuno.



Decidió dar el primer paso. Ese día le pidió a los demás, siendo Totty y Choromatsu los más involucrados en ese asunto, que les dieran un tiempo para ellos.



Todos decidieron ir al cine. Jyushimatsu aprovecho la oportunidad de invitar a sus novia, Todomatsu incluyó a su más reciente amigo; un tal Atsushi creyó escuchar, Choromatsu llevó a una compañera de la escuela, otra otaku supuso; Y Osomatsu sólo invito a Totoko que aceptó sólo por la entrada gratis.



Sus padres habían salido, al parecer también estaban de cómplices con ese acto.



Era casi un día perfecto, hacia frío, pero no estaba lloviendo. El azul llegaría pronto y sabría que había pasado, le había dejado una nota en la cocina. Ichimatsu sólo estaba preparándose mentalmente, mimaba a uno de sus gatos en el techo; un pequeño minino blanco con ojos azules era el que disfrutaba de sus caricias.



Respiró profundo cuando oyó la ventana de su cuarto abrirse.



Karamatsu acababa de sentarse a su lado y todo el mundo se detuvo para ambos.



Todo era silencio, ya ellos sabían que debería venir a continuación; es sólo que... tenían miedo.



No miedo al rechazo, miedo a amar.



¿Qué pasaría si esto no funciona?



Ninguno había estado en una relación antes, no tenían ni idea de como complacer al otro. ¿Qué sabían ellos sobre el amor?



Absolutamente nada. Y eso les aterraba.



No querían desilusionarse.



Pero...



Si no te arriesgas ¿Cómo sabrás si puedes ganar?



Ellos estaban dispuestos a correr el riesgo.



Porque de eso se trata el amor ¿No?



Y ahí fue cuando decidieron actuar.



Karamatsu tomó su mano e Ichimatsu le miró. Sólo faltaba algo para poner sus mundos de cabeza.



El menor sonrió y con su pulgar acarició la mano de su pariente.



---Tú siempre me has gustado--- ya era oficial, acababa de decirlo en voz alta.



---No me di cuenta cuando empecé a sentirme de la misma forma---le sonrió de vuelta---. Sólo pasó y no me arrepiento.



Esta vez Karamatsu respiró profundo.



---Yo...



No pudo continuar.



Ichimatsu le besó. Una pequeña presión en sus labios que no le molestó. Era tierna, muy dulce, sin nada de experiencia, pero igual de mágica. Le quería, eso era lo que le decía con ese acto. El mayor cerró los ojos dejándose llevar por el momento.



Que sabor tan dulce.



Al separarse, el morado junto sus frentes, respiró con dificultad y sonrió.



Su respiración podía verse. El frío había aumentado y pequeños copos de nieve estaban cayendo a su alrededor.



---Te amo--- terminó la frase y cerró los ojos.



Karamatsu sonrió.



Poco le importaba si todo salía mal. Lo único que valía la pena era ese momento que ambos compartían.



Sólo quería decirle que lo amaba y demostrárselo cada día.



Porque todo había concluido ese primer día de invierno.



Ese día en que sus corazones por fin hablaron.


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¡¡Hola!!



A que me quedó lindo el capítulo. No sé creo que si me salió fluffy.



¡¡POR FIN SE DECALARARON!!!

I'M SO HAPPY 😄😄



Ya saben el siguiente capítulo es el final.



Esperenme.



Sayonara Babys


Cartas a Karamatsu [KaraIchi]Kde žijí příběhy. Začni objevovat