~Capitulo 22~Reconfortante

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La hora de salida de la escuela era diferente para cada estudiante, debido a las diversas actividades de cada club las clases terminaban en cuestión de minutos o al ya caer la tarde.

Era obvio que aún no se sentía del todo a gusto entablando conversación con completos desconocidos que sólo vería unas cuantas horas a la semana, ya se había acostumbrado a dejar la escuela un poco más temprano que el resto de sus hermanos, siendo Osomatsu el único que se quedaba sin pertenecer a ninguna de las actividades extra escolares que los otros cuatro sí tenían que soportar.

Ichimatsu prefería dejar la escuela y pasear por las calles ignorando a la gente sólo para irse a algún callejón para pasar tiempo de calidad con sus adorados mininos.

Al empezar la temporada de lluvias no podía darse el lujo de pescar un resfriado, por lo cual era rara la vez que se quedaba en la calle por mucho tiempo en las frías tardes de otoño.

En algunas ocasiones debía quedarse para limpiar el aula, sus hermanos tendían a irse en cuanto terminaban las actividades y, cuando uno debía quedarse en la escuela, otro sería el que lo acompañaría a casa con sus respectivos paraguas.

La lluvia caía de manera esplendorosa cubriendo el pavimento de un fresco brillo otoñal, pese a estar dentro del instituto sentía el frío colarse por entre las puertas llegando a hacerle temblar por leves momentos.

El otoño le gustaba por ser fresco al punto de volverse encantador a sus ojos, pero si algo detestaba era enfermarse tanto como para no poder levantarse de la cama, la lluvia era relajante sin lugar a dudas, pero sabiendo que su sistema inmunológico no era muy bueno, prefería no mojarse.

Vagó por la escuela, que ahora se encontraba casi vacía, paraguas en mano esperando que la lluvia apaciguara un poco, sabía que sus hermanos no vendrían, recordaba los planes que el mayor había hecho para ir a jugar al pachinko ­–aunque desconocía si era permitido entrar a esos lugares siendo menor de edad–, se colocó su tapabocas luego de soltar un suspiro, creía que el colegio iba inundarse por el que parecía ser el próximo diluvio universal.

Iría a revisar al gato que había adoptado al instituto como su nuevo hogar desde hace unas semanas, un lindo minino de pelaje negro y grandes ojos dorados, al llegar al escondite del animal divisó una figura femenina de rodillas con el felino en brazos.

Homura le parecía agradable, un excelente partido si las circunstancias fueran diferentes, una gran amiga que siempre estaría ahí cuando hubiera dificultades, pero él simplemente no podía darle falsas esperanzas sobre una relación que nunca ocurriría, aunque ya se hubiera rendido con Karamatsu no engañaría a una persona sólo para olvidarse de su antiguo amor, con cautela se posicionó a su lado tratando de no asustar a ambos por su repentina presencia.

La chica le miró con una sonrisa acariciando con delicadeza la espalda del animal, el cual saltó de sus brazos al regazo del morado, se restregó contra su pecho buscando darle el merecido calor que sabía el chico necesitaba, le parecía sorprendente que los felinos le trataran de esa forma, como si fuera otro más de la familia.

---Se ve que te quiere mucho---aportó al notar el cariño con el que el felino le trataba.

---Parece que a ti también te aprecia mucho---recordó el hecho de que el minino no parecía reacio a que ella le acariciara, el de pelaje azabache se acomodó entre sus piernas llegando a quedarse dormido por los mimos que el joven daba detrás de sus orejas, un feliz ronroneo hizo que ambos sonrieran enternecidos---Rara vez se deja tocar por otra persona que no sea yo, significa que le agradas---apoyó su espalda contra la pared.

---Él también me gusta---dijo contenta por las palabras de su acompañante. Bajó la mirada al sentir sus mejillas arder por lo que iba a decir---Al igual que tú---.

Ichimatsu se quedó estático procesando sus palabras, en esos momentos se sintió la peor basura al no poder corresponderle, no le parecía justo el ilusionarla.

---Homura yo...---estaba dispuesto a decirle la verdad, prefería desvelárselo ahora que romperle más el corazón en un futuro.

Una sonora aclaración de garganta interrumpió su momento de confesiones, ambos alzaron la vista para encontrarse con el azul mirándoles con el ceño fruncido.

---Perdón, no quería interrumpirles---aclaró fingiendo comprensión---Es sólo que ya es tarde y me preocupé--- señaló con un movimiento de cabeza el firmamento que parecía más oscuro que la última vez que se fijaron en él, la lluvia ya se había calmado un poco. Ichimatsu observó la sombrilla en las manos de su hermano.

---Disculpa... tengo que irme---se excusó pasándole con cuidado al animal---ya hablaremos luego, cuídate---alzó su mano en señal de despedida retirándose del lugar junto al mayor---Creí que irían todos al pachinko---señaló con curiosidad.

---Sólo me preocupé por que no llegabas---ambos abrieron sus paraguas saliendo del edificio, aún caían pequeñas gotas.

---¿Y los demás? ---.

---Ya deben estar en casa---.

---Gracias por preocuparte---dijo con una ligera sonrisa caminando a su lado.

El mayor ocultó su rostro debido al calor que se había acumulado en sus mejillas.

---No es nada---.

En realidad, no entendía porque se comportaba así, de manera tan egoísta y hasta arrogante cuando se trataba de su cuarto hermano.

Era como si no quisiera que nadie se le acercara con segundas intenciones.

De verdad le parecía ridículo el no encontrarle motivos a su actuar.

Pero esa sensación tan reconfortante que crecía en su interior cada vez que compartía momentos con él le hacía repensarse las cosas, tal vez no entendía su comportamiento, pero de algo estaba seguro.

Sólo quería que Ichimatsu estuviera a su lado.

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Ahora que me doy cuenta de que la historia está tomando un giro totalmente diferente de la trama que se dijo desde un inicio.

¿Dónde quedaron las cartas?

Se supone que la historia se llama Cartas a Karamatsu, pero ¿y las cartas? ¿Dónde están?

No sé, cómo que tengo esa espinita desde hace unos días, pero no cambiaría el rumbo por el que va hasta ahora el fanfic, me gusta, pero como que últimamente me ando pensando mucho las cosas.

¿Saben? Ando emocionada por el final.

Tranquilos aún no va a terminar, pero como siempre ando planeando el final desde ahora.

No sé, quiero algo especial, muy tierno, pero ahora que lo pienso el final va muy apresurado, casi fugaz y hasta parece que no lo es, pero ya que, cuando lo vean seguro ya lo habré solucionado.

¿Vieron esta hermosa portada nueva? Es preciosa. Gracias a EditorialCielo por aportarla.

Sayonara Babys

Cartas a Karamatsu [KaraIchi]Where stories live. Discover now