Leyes del Amor Libro 3

Capítulo 12

Salí corriendo de esa casa, tenia que asegurarme de todo, no podía dejar cabos sueltos.

- ¿Señor, quiere que lo lleve? ¿dónde está Antonella?

Aaron estaba frente a mi con una mirada de compresión, supongo que pensaba que los Brooks me lastimaron de alguna forma.

No tenía idea de cuánto.

- Ella esta bien, Richard la llevará a casa más tarde, necesito irme ahora.

- Permítame acompañarlo, parece indispuesto.

Asentí y subí al auto, soy un tonto ni siquiera sé cómo llegamos aquí, son hectáreas de campos y bosque antes de llegar a esta casa, no podría salir por mi cuenta.

- Señor Biagio, permítame decirle que cuando le dijimos que ahora somos sus hombres fue en serio, tiene diez hombres dispuestos a dar la vida por usted y enfrentar a Richard Brooks si lo necesita.

- Sólo estoy cansado Aaron, nadie está enfrentando a nadie.

- Únicamente era un recordatorio, usted y Antonella no están solos.

Aaron me veía por el espejo retrovisor con determinación es su mirada, él y Greg amaban tanto a mi hija como unos verdaderos tíos lo harían.

Pero, cuál sería su reacción al saber la verdad.

Cuando Carol volvió embarazada y llorando quería abortar el bebé, pero yo no se lo permití, mi fe me prohibía matar un niño no nacido, yo jamás tendría hijos propios y ella lo sabía, así que llegó conmigo llorando pidiendo que la ayudara.

Acababa de recibir la herencia de mis padres muertos y estaba recién graduado con un trabajo prometedor en puerta, le prometí la mitad del dinero si me entregaba el bebé.

La hice firmar un documento donde se desligaba de cualquier derecho sobre mi hija y nunca pediría una prueba de ADN, renunciando a todos sus derechos de madre y cualquier reclamo.

No dejé ningún cabo suelto, ese bebé seria sólo mi hijo.

Pondría a prueba la lealtad de Aaron, tenía que hacer esto lo antes posible, cuando Richard se diera cuenta de mi ausencia nos buscaría.

Esa perra nos sigue atormentando incluso después de muerta.

Llegamos a casa y bajé corriendo del auto pidiendo a Aaron que me esperara, si Richard llegaba debería tocar el claxon y hacérmelo saber.

Entré a buscar cualquier cosa que pudiera utilizar para las pruebas, tomé el cepillo de Antonella y el mío, sería fácil distinguir los cabellos de Richard sobre los míos.

Salí corriendo de nuevo, cuando le dije a Aaron a donde quería que me llevara no discutió simplemente asintió y aceleró el coche.

Llegué a la clínica y entregué todo a la recepcionista, necesitaba una prueba de paternidad urgente.

Aaron me sostenía mientras rellenaba las formas, fue testigo de todo, pero no dijo ni una palabra, al salir de la clínica nos metimos en la parte trasera del coche y me abrazó mientras lloraba, tardarían cinco días en darme los resultados.

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Esta semana ha sido muy difícil para mi relación con Dom, después de la visita a casa de mis padres ha estado muy inquieto.

Hablé con mis padres ese día, necesitaba saber qué fue lo que pasó para que Dominik saliera corriendo de casa.

Incluso pedí a mi padre que se disculpara con él, pero Dominik no quería verlos.