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En su mente retumbaban los flashbacks de aquella noche tan loca. Había visualizado diferentes escenarios, uno de ellos fue: la pista de baile que tuvo con Jieun, ya que ella fue la primera en hablarle, después observo a Hoseok daba la vuelta a Hye, tan ilusionada la chica como si fuera su chambelan. Luego unieron miradas entre ellos de una forma divertida, su lenguaje es explícito: << Cuando terminemos de bailar con ellas, nosotros nos daremos nuestro tiempo. >>
A los pocos minutos, Taehyung, Hoseok y las dos chicas terminaron de bailar una ronda. Ellos se situaron en un lugar mejor; por cortesía de las hermanas los llevaron a uno de los asientos más exclusivos. Por otro lado, jura Taehyung que en su bebida había mucho contenido de alcohol, no estaba acostumbrado a ingerir bebidas fuertes, es más, no era un buen bebedor. Ligeramente escucho una pregunta muy vergonzosa que cuestiono Hye.
¿Quién es el de abajo?
Y desde ahí se dio cuenta que su vida nunca volvería a la normalidad, tan discreta como él mismo piensa. Bendita paciencia tuvo ese preciso momento Taehyung, no le gustaba este tipo de preguntas. Probablemente las iba a regañar en cualquier en momento, pero su esposo trato de calmarlo disimuladamente.
―Amor... ―arrastró las palabras Hoseok al parecer recién despertando― es mejor que duermas, no te quedes pensando ―su mano se dirigió a los cabellos castaños de Taehyung.
―Estuve pensando sobre esas dos niñas.
―No son malas chicas, son un tanto alborotadas, eso es todo, son buenas. Te lo digo porque a veces pasan por mi oficina acompañando a su padre mientras él supervisa el edificio.
― ¿Las conocías? ―frunció su ceño confundido, se recostó más al azabache.
―Sip, pero de vista. Tu esposo tiene una reputación de ser una persona seria.
―Pero si eres un algodón de azúcar, cariño ―imposto una voz dulce.
Y era cierto, para él, su esposo es alguien cariñoso y amable.
―Lo sé, pero al parecer nos confunden de personalidades. Tu eres el frío e impulsivo ―lo acusó.
―Eso no es cierto ―se detuvo para pensar―, bueno tal vez.
―Pero conmigo eres dulce, bebé.
―Bueno, tu bebé...―comenzó el juego de la seducción. El primer movimiento atrevido fue cuando Taehyung bajo su mano dirigiéndose abajo en su miembro, realmente le encantaba provocarlo. Tan solo lo apretó para masajearlo. Hoseok dejo salir de sus labios un ahogado gemido― quiere que juegues con él.
―Taehyung ―la ronca voz se presentó en Hoseok― ¿Te gusta jugar sucio, cierto? ―de uno solo Hoseok, se puso en cuatro para acecharlo y ponerse encima de Taehyung, empezó a dar besos húmedos en el cuello, mordía en esa suave piel.
―Mhm... ―enrollo sus brazos al cuello de su esposo, pasó por inercia al tocar su cabello con el objetivo de acercarlo, su punto débil era los besos en el cuello.
―Entonces, yo conozco un juego que te gustará. Solo tienes que bajar más y encontrarás mi...
―Hoseok... ―miro fijamente, serio.
― ¿Si, bebé? ―llamo su atención.
―Si vamos a tener sexo te recuerdo que ya no tenemos lubricantes y condones, ¿Tú crees que en el minimarket qué queda a dos cuadras de nuestra casa tenga lubricantes y condones? ― HoSeok trato de procesar aquella información, parpadeando varias veces con una cara sorprendido sin poder creérselo.
―Amor, ¿hablas en serio? ―cuestionó confuso.
―Por supuesto que sí.
―Taehyung ―aun seguía con la misma posición de antes―, te van a mirar extraño si preguntas por eso, es totalmente ilógico.
―Bueno, pero vale el intento, ¿no?
Corto la distancia al estampar un beso efímero: ― Es mejor hacer el desayuno y hacer limpieza general de la casa.
―¡¿Y mi sexo matutino?!―Exclamó Taehyung al ver a HoSeok ya en la puerta abriendo.
―Tal vez será en la noche, quien sabe. A ver si haces la cena para hoy día, capaz este de buen ánimo ―dijo sin interés.
― ¡Ya conozco eso, me se dé memoria tus palabras! ―se cruzó los brazos, formando un mohín― Siempre te duermes y si te despierto a la fuerza lamentablemente tú me atacas con la almohada. Así uno pierde el interés.
―Seré honesto contigo, digamos que estoy resentido contigo.
― ¿Por qué? ―su voz vacilaba entre la tristeza y curiosidad.
―Cada momento que tenemos sexo, siempre me muerdes el pene ―Reclamó Hoseok, hasta el punto se ofuscarse.
Por parte de Taehyung se cubrió la boca para evitar soltar una carcajada, por efecto sus ojos se hicieron una media luna, luciendo más tierno.
―Es que realmente tengo un fetiche con eso ―dijo un tanto avergonzado. Hoseok se quedó perplejo y sintiendo sus mejillas arder.
A veces su adorado esposo podría decir palabras que lo hacían lucir tímido, no importaba el nivel de confianza, siempre le causaba la misma emoción.
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𖥨⸙ Estoy feliz como está quedando el fanfic. Tengan en cuenta que son pequeños acontecimientos de este matrimonio, puede variar entre momentos fluff, romance, apasionados y drama.
