_ Bien... ¡Has lo que quieras!... ¡Total, tú mismo te has dicho que ella es inalcanzable para ti!_ dijo al alejarse de su hermano, al subir a su habitación.


Alan se recostó más en aquel sofá de su casa. Cerró los ojos. ¿Qué más podía hacer?


_ Tatiana... Debí decirte que te amo desde hace tiempo... Lo sé. Y ahora soy el verdadero culpable de que me duela tanto amarte. Sabiendo que ya te perdí, antes de decirte esta verdad que oculté por miedo... Mi alma está ahora en pedazos. Debí decírtelo... Debí decírtelo...


Dylan y yo, habíamos regresado a la playa. Ambos, todavía, nos sentíamos culpables. Nos sentamos en la arena.


_ No estuvo tan mal..._ dijo, rompiendo el silencio, mientras me miraba observar aquel atardecer, en aquel horizonte, con la mirada algo perdida.

_ No..._ dije aún triste.

_ ¿Sucede algo?

_ Lo admiro... No sabes cuánto lo admiro...Tragarse lo que siente y fingir que nada ha pasado.

_ Te lo dije... Él sabe que no fue intencional de nuestra parte, sentir lo que sentimos... Y es feliz, sabiendo que tú lo eres...


Busqué su mirada, mientras él me abrazaba. Haciéndome ver, que era momento, de seguir adelante.


Dylan pronto se marchó, prometiéndome que regresaría. Mientras tanto, Alan y yo intentamos también continuar con nuestra vida, como si nada hubiese pasado. Pero con el pasar del tiempo, se hizo evidente, que él empezaba a cambiar conmigo. Se había hecho más distante. A pesar de hacer que no lo estaba haciendo. Había observado, que ya no me buscaba en el trabajo. Ni en casa. Sólo me buscaba, en ocasiones, de forma esporádicas.


Entendía sus razones, y no le culpaba. Estar cerca de mí lo estaba hiriendo cada día, sabiendo que ahora era la novia de Dylan.


Hasta Julianne empezó a cambiar conmigo. Ya no solía ir a las prácticas con sus amigas, a vernos a su hermano y a mí patinar para las internacionales. Que cada día estaban más cerca.


Una mañana, antes de que Dylan fuese por mí. Me puse a escuchar "Wish I could fly" de Roxette. Y una parte de mí, realmente quería hacer eso. ¡Poder volar!


_ ¿Nerviosa?_ me había dicho Dylan al verme pensativa, al ir junto a mí, a un Minigolf.

_ Un poco...

_ Les irá bien...Son excelentes...

_ Eso no lo dudo... Sólo que...

_ ¿Alan ya no es el mismo?


Afirmé con la cabeza. Era imposible ocultarle mi tristeza.


_ ¿Te ha dicho algo?

_ No... Pero me duele que no sea siendo el mismo. Aunque, también le admiro por todo lo que esta haciendo al no renunciar a nuestra futura competencia. Creo que uno nunca sabe cómo es la vida en la casa de los demás, ¿verdad?

_ Cierto... Sé lo que sientes.

_ ¿Crees que hicimos lo correcto?


Si Sólo Pudieras Ver... Todo lo que SoyDove le storie prendono vita. Scoprilo ora