Capítulo 55

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Era extraño: había jurado no volver nunca a su ciudad natal, tras la gran discusión que había tenido con sus padres el último día de Hannukah, en casa de sus tíos, pero sin embargo, ahí estaba ella, en un tren que la llevaba derecha hacia aquella ciudad. No iba por sus padres, ni tan siquiera por Eric. Iba por su abuela. La señora la había llamado poco antes de volver para Alemania y le había pedido que según volviera de la capital surcoreana, se pasara por su casa. Y así lo estaba haciendo. Por suerte había regresado en fin de semana y se podía permitir, visitar a su abuela antes de volver, de súpeto, a la vida normal de estudiante universitario.

- Abuela, en serio, no tengo hambre – dijo Liora, agotada – He comido según aterricé en Berlín y comí algo en el tren.

- Bueno, pues cuando quieras te hago de comer.

Su abuela se sentó en el sofá, justo al lado de su nieta. Liora no tenía ni idea de por qué la había hecho ir con tanta urgencia e insistencia.

- ¿Qué tal por Seúl?

- Muy bien. La verdad es que estar en Seúl, es sinónimo de felicidad – contestó la chica.

- ¿Qué hiciste por ahí?

- Demasiadas cosas – sonrió la chica.

- A ver, cuenta. Que casi ya no me cuentas nada.

Debido a la petición de su abuela, Liora le contó absolutamente todo lo que había hecho durante aquellas vacaciones. No le importaba que su abuela lo supiera, confiaba en ella.

- ¿Estuviste en dos países?

- Sí. Fue genial, abuela.

- ¿Tienes fotos para que te vea con tus amigos y tu novio?

- Sí, claro. Tengo muchas. Te voy enseñando desde las últimas hasta las primeras, ¿vale?

La chica sacó su móvil y empezó a enseñarle todas las fotos a su abuela. Había realmente muchas, de aquellas vacaciones de invierno que se había tomado. Pero por suerte, ninguna de ambas tenían realmente prisa como para no ver la totalidad de fotos que la chica tenía con todos sus amigos y su novio. Su abuela, le iba preguntando quiénes eran las personas de las fotos, e intentaba con todas sus fuerzas quedarse con todas las caras y pronunciar bien sus nombres.

- ¿Y esta quién es?

- Es Yeri – contestó Liora.

- ¿Y esta otra?

Liora entró en pánico al ver la foto que su abuela tenía delante. Pensaba que la había puesto en otra carpeta o algo, pero no.

- Esa es Joy... – dijo Liora, pasando rápidamente la fotografía.

- ¡Déjame ver la foto! – protestó su abuela y volvió a poner en aquella foto.

- Abuela... – musitó Liora.

- ¿Es amiga tuya?

- Sí, claro que sí. Vive con las otras chicas de antes. La chica de la foto anterior canta con ella el mismo grupo.

- No sabía que te gustaran las chicas.

Respiró hondo. ¿Cómo le iba a explicar a su abuela que había besado a esa chica porque sí y que no le gustaban las mujeres? Obviando, además, que no quería que su abuela, viera aquella fotografía.

- No lo hacen – dijo Liora – Lo hicimos por hacer. No iba en serio.

- Vale.

Su abuela siguió pasando fotos y, aunque parecía imposible, logró llegar hasta la primera fotografía de Liora en Seúl. Aquello duró un par de horas, pero por suerte su abuela no hacía demasiadas preguntas entre foto y foto. Sin embargo, hizo todas las preguntas y comentarios, cuando finalizaron de verlas.

Behind The Wall [NCT]Where stories live. Discover now