Capítulo 21

751 80 38
                                    

Liora se quedó mirando para el póster. Hacía nada, estaba al otro lado y de pronto, volvía a estar en su cuarto. Le seguía pareciendo increíble que, un objeto tan simple, pudiera contener tal poder. Tardó tiempo en darse cuenta de que había demasiada luz en la habitación; más de lo que cabría esperar. Pero rápidamente se dio cuenta de que las persianas estaban levantadas. Se acercó a las ventanas y, antes de volver a bajar las persianas, vio que había gente y coches por la calle.

Sabía que era tarde, que debían de ser pasadas las seis de la tarde, cuando abandonó Seúl, por lo que serían las doce del mediodía. Cansada, se metió en cama, apagando el teléfono, aun siendo consciente de que Johnny le había escrito nada más aparecer ahí. Pero no le importo; quería dormir.

Por primera vez desde que iniciara sus viajes, Liora durmió plácida y tranquilamente, sin pensar en lo que sucediese ahí. Cuando se despertó pasadas las seis de la tarde, lo primero que hizo fue mirar los mensajes que tenía y, sólo tenía mensajes de Johnny y Patrick. El cantante le decía que Taeil estaba en estado de shock por verla desaparecer tan de repente. Patrick, por su lado, insistía en que tenía que verla con urgencia. Liora, no hizo caso de ninguno de los dos chicos. En su mente sólo estaba Yuta.

Analizaba una y otra vez el porqué de que se hubiera enfadado con él y, por más que lo intentara adivinar, no lograba llegar a una conclusión. No era su bias, pero eso hubiera dado igual. Como bien dijera Doyoung, debía de sentirse feliz, contenta; y, sinceramente, siempre se había imaginado como la chica más feliz del mundo si esa situación se diera. Y cuando ocurrió, se enfadó. ¡No se entendía ni a sí misma!

- ¿Pasa algo? – dijo Kim, entrando en su cuarto – Te he oído gritar.

- ¡DEMASIADO! – vociferó Liora.

- ¿Qué pasó esta noche en Corea? – inquirió Kim.

Liora la fulminó con la mirada. Sabía que, si se lo contaba a Kim, como mínimo le daría el bofetón del siglo, pero no tenía muchas más opciones. Porque si se lo contaba a Anne, su respuesta sería más o menos parecida a la de la otra chica; Eric, se reiría en su cara o le diría algo sobre Johnny; y Jay estaba completamente fuera de su alcance, ya que no sabía nada. Patrick... él definitivamente no era una opción; ni tan siquiera un último recurso de emergencia.

- Que Yuta me agarró de una teta y me ofendí y...

- ¿Que Yuta hizo el qué? – dijo Kim, con los ojos abiertos como platos – Espera, el japonés ese guapo, el Milagro de Osaka.

- Sí, sí, ese mismo – dijo Liora.

- ¿Este? – dijo Kim, señalando su cara en el otro póster de NCT que tenía Liora en la habitación.

- Sí, ese.

- ¿Te tocó una teta?

- La agarró.

- ¿Te agarró una teta?

- Sí.

- ¡Tendrás suerte! – dijo Kim – ¡Y a mí ni Alfred me mira!

- Sí, pero el problema es que me pareció mal y...

- ¿Aún encima te parece mal? Si Dylan O'Brien me agarrase una teta...

- Lo sé. Pero Yuta ni me ve ni me oye: sólo me siente – dijo Liora – Es decir, siente que lo toco y demás. Pero es lo único.

Kim se quedó un momento callada, mirando para Liora sin comprender lo que acababa de decir.

Behind The Wall [NCT]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora