Mariposa Caótica

VII

Discord suspiró, y desvío la mirada a Fluttershy de nuevo. Ella lo miraba apenada, como si pidiera perdón con su mirada. Y esto no hacía más que confundir al híbrido.

-Verás,- comenzó Discord, desconociendo realmente que era lo que pensaba Zephyr- creo que lo que pasa es que estás un poco confundido.

-¿Confundido?.

-Sí- respondió el ser de cornamenta dispar-, no sé como llegaste a esa conclusión, pero no soy el poni especial de Fluttershy.

Discord, ignoraba completamente lo molesto que era decir eso. Simplemente le parecía irritante tener que pronunciar esas verdades. Él no era el poni especial de Fluttershy, por más que quisiera lo contrario. Ni siquiera era un poni.

-No te creo.

El Señor del Caos aguantó las ganas de reclamar el porqué le preguntaba si igual no le iba a creer. La molestia crecía dentro de él, y las ganas de hacer llover leche achocolatada sobre su melena perfectamente tratada eran oprimidas por el querer parecer un poni decente y caballeroso.

-Zephyr, es lo que traté de decirte antes- le habló su hermana, poniéndose a su lado.

-No actúes hermana, entiendo que quieren mantenerlo en secreto- Fluttershy sintió ganas de darse por la cara con su propio casco, al igual que Discord frente a ellos. Zephyr volvió la vista a este último- Pero no quiere decir que no lo acepten ya que los descubrí- dijo, empezando a caminar.

-No somos pareja- repitió Discord, lentamente, tratando de hacer que entendiera.

-Ajá.- Zephyr paso de largo de Discord, dirigiéndose hacia la puerta trasera- Ahora, ¿Dónde está esa comida de día de campo? Muero de hambre.

El menor salió por la puerta. Un pequeño silenció invadió la cabaña, mientras ambos ponis veían por donde se había ido el pegaso.

-L-lo siento mucho, Discord- se disculpó Fluttershy en voz baja, descendiendo la cabeza y dejando su cara oculta, como era la costumbre- N-no quería-

-No te preocupes, querida- Discord la interrumpió. El tono de su voz era simplemente cálido. Transmitió la seguridad suficiente para que la pegaso alzara la vista levemente- Sé que no fue tu intención.

Discord le sonreía a su querida pegaso. Una sonrisa pequeña, que solo dejaba ver su colmillo, pero que daba a entender que no se encontraba para nada molesto. Fluttershy terminó de alzar su cabeza, percibiendo una extraña seguridad que no tendría naturalmente.

-I-igual lo lamento.

-No hay cuidado, mi querida Fluttershy.- Discord se posicionó frente a ella. La pegaso miraba expectante al sonriente poni frente a ella. Este le revolvió la melena con sus cascos. Ella le sonrió- ¿Que tal si vamos a nuestro día de campo y me explicas qué sucedió?.

-Claro, Dizzy- ella le miró agradeciendo su comprensión en silencio. Su sonrisa se hizo un poco más grande, dejando ver sus dientes. Discord lo volvió a sentir, las mariposas en su estómago mientras veía la hermosa sonrisa que le regalaban

Ambos se dirigieron a la puerta trasera, caminando lado a lado mientras la pegaso le resumía muy rápidamente a su amigo porqué su hermano se había comportado así.

Zephyr se encontraba molesto. ¿Cómo se le ocurría a su hermana relacionarse amorosamente con un corcel como ese? Ni siquiera era normal, esos cuernos no eran comunes. No le expresaba seguridad en absoluto. Ni siquiera le terminaba de agradar su extraña voz. Entendía que a su hermana le gustaba cuidar de criaturas del bosque, ¿pero tener a un poni deforme como poni especial?.

Eso era otra cosa.

Para cuando el par de amigos llegaron a la manta, Fluttershy había terminado su relato, y miraba maravillada como el lugar se veía. La sábana cambiaba de colores en patrón, mientras las bandejas flotaban alrededor de esta. Inclusive la bandeja que ella traía.