XXII

1K 109 173
                                    

Hubiera sido mentira decir que ahora mismo todo estaba bien. Decir que había orden en la cabeza de Discord era engañar deliberadamente.

Ni siquiera respiraba, viendo por donde se había ido Fluttershy. Su mirada ligeramente ensombrecida no se movía ni por un segundo, y la magia en su cuerpo revoloteaba por cada uno de sus órganos, amenazando con salir.

No podía prestar atención a la aparente discusión entre los señores Shy y Zephyr. Las palabras no parecían poder ser procesadas por su cabeza.

Con un rechinido horrible, volvió su cabeza hacia Zephyr. Su mirada blanca no se movió de él, y su mente empezó a correr como ningún ser vivo puede hacerlo.

"¿Qué le pasa a este tipo?"

"Me lo voy a comer."

"¡Tú callate, loco!"

"¡No, calla tú!"

Un ligero tic apareció en su ojo. Y la fuga de magia empezaba a ser notoria para él. En algún lugar, en medio del océano, la tormenta producto de la fuga mágica de Discord estaba desconcertando a los pegasos del clima.

El ambiente en esa pequeña casa de nubes empezaba a congelarse literalmente. ¿Aunque cómo diablos se congelaban nubes tan grandes? Era naturalmente imposible.

Pero Discord... en fin, lo obvio.

Zephyr se detuvo. Ambos padres también, y sus miradas se posaron en quien en verdad es Discord.

El ser con forma de poni estaba como una momia. Sin moverse. Con ojos muertos que no se movían de Zephyr. Bueno, para ellos era entendible hasta el punto de haber sido insultado.

Y bueno, Fluttershy había actuado... Wow. Simplemente sorprendente.

No había palabras para expresar la sorpresa sobre ella y esa actitud tan impropia. Claro, para sus padres también era claro. Era su hija y la conocían como sus propios cascos.

Estaba molesta con su hermano.

Pero ahora mismo, el dilema era el amable poni frente a ellos. El silencio era tan denso entre ellos que empezaba a ser asfixiante. Un respiro hondo de Discord, y luego, una extraña sonrisa.

Después, nada. Todo se tornó rosado para los tres pegasos.

¿Rosado? ¿En serio? ¿¡LA MUERTE ES ROSADA!? No, calma, ignora eso.

-¿Z-Zephyr?- preguntó la señora Shy, tanteando con su pata a su esposo, el cual seguía a su derecha.

Su vista estaba toda manchada por la neblina rosa. No, el señor Shy podía decir con seguridad que era como si las mismísimas nubes hubieran bajado entrado a su casa, tomando ese color...

"¿Nubes color rosa?", se preguntó asombrado, recordando el relato de Chocolate Storm. "Él habló de ellas, pero... ¿no estaban fuera de Equestria? Algo anda mal".

-¿C-Chocolate? ¿Q-Qué está pasando?- ambos se pegaron viendo hacia todas direcciones. Hasta que el señor Shy quedó estático, sintiéndose palidecer.

-¿Que-querido?- ella lo observó al sentirlo completamente quieto, y luego miró en la misma dirección que él. El mismo resultado. Fue el mismo.

Grandes piedras de ámbar y disparejos rubíes analizaban lo más recóndito de sus corazones. Calaban profundo en ellos, como si quisieran averiguar todo de ellos.

Y casi desfallecieron al ver dos grandes hileras de dientes sonreír- ¿Qué tal si tenemos una conversación, señores Shy?

.
.
.

Mariposa CaóticaWhere stories live. Discover now