·trece·

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Me estaba carcomiendo la cabeza hasta que su voz me desconectó.

-          Supongo que estarás pensando que soy una acosador o algo – bingo, lo acertó – Pero no. Siempre he sabido cómo te llamabas, el chico que iba contigo, tu novio creo, me lo susurró cuando te giraste.

-          Imbécil – solté.

-          Vaya, gracias – volvió a reír.

-          Perdona, no lo decía por ti… Ese Fletcher se va a enterar.

-          Bueno, Fiona, te dejo que quiero descasar. ¡Ya quedaremos!

Y antes de que pudiera negarme, colgó. Creo que todo era el comienzo de algo nuevo.

***

-          Buenos días – saludé a Dai intentando no dormirme en el intento.

Ayer me pasé toda la noche viendo la serie de Dexter, ese policía asesino en serie, y no me dormí hasta pasadas las cuatro de la madrugada. Dejadme, soy idiota.

-          Hey, ¿te encuentras bien? – posó su mano en mi hombro izquierdo mirándome preocupada.

-          Sí, sí, sólo no dormí demasiado por el calor.

Era extraño, en Sídney ya empezaban a subir las temperaturas y seguro que en mi pueblo sería prácticamente invierno, es algo que no me acostumbraré en mucho tiempo.

Dai me dio una sonrisa reconfortante y me dijo que me cambiara en algún vestidor. Saqué el uniforme rosa pastel y me lo puse; me llegaba más o menos por las rodillas y era totalmente liso y algo holgado, por lo que era cómodo. Mis zapatos eran mis Converse negras de siempre, era algo que nadie ni nada me podría quitar en la vida.

-          Veo que ya estás lista – Daisy abrió la cortinita y di un bote del susto – Lo siento – rio al verme toda pálida – Por favor, ayuda a Librisa a abrir la tienda – me pidió.

Asentí y guardé mis cosas en el armario del despacho de mi jefa, después me dirigí hacia mi compañera que estaba abriendo el cerrojo de la puerta.

-          Deja que te ayude – le dije y empleé algo de fuerza bruta y al fin la puerta se abrió.

-          ¡Gracias! – me sonrió e hice lo mismo.

Bien, la jornada laboral no era tan mala como me lo había esperado, y con Daisy y Librisa, las horas pasaban más rápido. Era dos personas en las que podría confiar de ahora en adelante aunque entre ellas y yo éramos dos polos opuestos. Ellas eran muy femeninas, mientras que yo… bueno, de hecho no sé ni cómo describirme, de eso se encargan otros, los que me juzgan.

Me despedí de ellas y les prometí que el día siguiente las veía – obvio, ahora tenía que cumplir lo horarios si quería conservar mi trabajo, no como en la escuela.

¡Cierto! Nunca he explicado mi historial académico, pero es fácil de imaginar. En la primaria era una niña diez, queriendo impresionar a mis padres, para que me felicitaran o me dieran recompensas por las altas notas; pero en empezar la secundaria, el primer año, pasó lo de mi padre, y repetí primero. El resto de cursos era un infierno para mí, mis notas costosamente llegaban al cinco, por lo que mi madre me echaba la bronca del siglo, pero a mí no me importaba. De hecho, lo hacía a propósito. Cuando me tocaba entrar en Bachiller, renuncié rotundamente, ¿para qué seguir estudiando si nada ni nadie me motivaba? Por eso, éste último año he intentado ser libre, pasando la mayor parte del tiempo con Fletcher o en cualquier bar tomando copas.

Decidí encender el móvil y me encontré un mensaje.

Michael: “¿Quieres pasar un buen rato con un australiano que le encanta teñirse el pelo? ;) Te espero hoy a las 18h en la tienda de discos.”

Sonreí inconscientemente, pero al momento me di cuenta e hice una mueca de desagrado. Miré la hora del móvil: las 17:47.

-          Mierda – exclamé.

Miré mi atuendo: jeans negros con mi camiseta de AC/DC. Tampoco iba tan mal… ¿no? “Pero Fiona, ¿desde cuándo te importa tu ropa y apariencia?”. Solté un suspiro algo frustrado y me apresuré para llegar en el lugar acordado, sin pasar por casa. ¿De verdad estaba aceptando su invitación? De hecho, tampoco perdía algo yendo, y puede que me invite a una cerveza o algo de alcohol como la última vez. 

Os subo este tan seguido porque seguramente la semana que viene no podré :(

|Forgiven| Michael Clifford.Where stories live. Discover now