Sabía que perdió un año por motivos de viajes familiares y otros asuntos, que tiene dos hermanos, un perro, que quería ser en un futuro, sus gustos respecto a colores, estaciones del año, gastronomía, músicas y un sin fin de cosas triviales. Quizás sí, más que un conocido, consideraba al pelirrojo el ser más cercano a un amigo.

Fue por eso, cuando ese lunes llego a casa junto a Taehyung luego de clases y la reunión estudiantil, comprendió en el error que estaba, Taehyung no era la persona más cercana a un amigo, él ya era su amigo.

Su madre pareció fuera de lugar ese día, sabía que a edad avanzaba la mente degastada podía provocar ciertos desperfectos alterando la realidad, pero no creía ser tan vieja como para eso, pues la idea de ver a su hijo junto a un chico con su mismo uniforme en casa era, obviamente, una ilusión.

— Yoongi, cariño — dijo tratando de recobrar la compostura — ¿Quieres que lo ayude? — Pregunto, y el pelinegro arrugo el entrecejo confuso — al chico, — señalo al pelirrojo — Estas perdido, ¿no? — Taehyung sonríe divertido, Yoongi niega con la cabeza a la vez que con las palmas de su mano, señala a Taehyung y luego queda mirándolo suspicaz.

¿Y ahora como hago?

Se preguntó, ¿Cómo debería presentarlo?, Primero que todo, podía hablar, segundo, que le diría a su madre "Es un amigo" ¿Realmente lo era?

Taehyung entorno los ojos, aclarando su garganta para mirar de nuevo a la mayor.

— Un gusto, soy Kim Taehyung — hizo una leve reverencia — soy amigo de su hijo.

Ambos presentes abren sus ojos en sorpresa, "amigo" para la señora Min ya era suficiente, primero; consejero estudiantil, segundo; el cambio impactante de look que la hizo pensar que Yoongi era un extraño al verlo, tercero; un Yoongi despierto a las cinco am, cuarto; Yoongi se ejercitaba antes de ir a clases, y ahora invita a un amigo a casa, ¡Un amigo! ¡Su hijo tenía un amigo! Todo en una semana luego de años tratando sin éxito. ¿Qué estaba pasado?

— O-Oh... — dice ella, tratando de no parecer conmocionada — Y... entonces, son compañeros y eso y toda la cosa, ¿he? — luchaba internamente para no sonreír de forma tétrica ante la efusiva alegría contenida.

— En realidad somos compañeros en el consejo estudiantil, yo estoy en un curso diferente — explica, y la señora sonríe aún más, de paso inteligente.

Luego de una larga charla entre ellos, Yoongi arrastra a Taehyung a su habitación, su madre estaba absorbiendo al pobre chico en un mar de preguntas que a perspectiva de Yoongi parecían peligrosas para su salud, pues se notaba lo emocionada que se encontraba.

— Tu madre es genial — Yoongi lo mira mientras desliza el saco de sus hombros y afloja su corbata — rara, pero genial — la ceja alzada del pelinegro le causa risa — eh, que la estoy alagando, en un mundo donde todo es normal la clave es ser diferente, porque crees que soy tu amigo sino — dice y sonríe cuadrado.

Yoongi parpadea un par de veces, sonriendo después y golpeando levemente el hombro de Taehyung al pasar por su lado. Después de todo, le había dicho raro de una muy bonita forma, él podía conformarse con eso.

Tomaron asiento frente al escritorio, sacaron varios folletos y falos que comenzaron a leer y escribir, tenían que tener todo preparado ya que al día siguiente seria el día del campamento, por lo tanto, tener todo en perfecto estado para el director del instituto era crucial, después de todo, ellos eran los organizadores.

Palabras MudasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora