Parte VII

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Habían pasado cuatro días desde que lo vio, exactamente seis días si cuenta sábado y domingo, siete si se cuenta el día presente y realmente estaba preocupado, pues su mente le hacía sentir culpable ante los hechos revelados, quizás y sea él el causante de que Yoongi no decidiera aparecerse más por el viejo salón de música, tal vez porque se sentía apenado o por equis razones que no venían al caso, pero para ese punto, Jimin era capaz de creer en cualquier teoría por muy absurda que fuera.

Claro que también intento buscarlo por los alrededores del instituto, pero era tan difícil dar con un chico tan común como Yoongi en medio de millones igual, con el mismo color de cabello y algunos con el mismo tono de piel, aún más cuando tenía su tiempo tan controlado.

Ya le había comenzado a extrañar, verlo tocar el piano era algo que le relajaba, siempre pensó que la música era el portal para escapar de sus problemas, al ver y escuchar a Yoongi, sintió como su portal subía de nivel y desbloqueaba otro mundo aún mejor del que tenía al colocarse sus audífonos por horas enteras.

Cada que pasaba por el salón de música y no lo veía ahí con su rostro indescifrable, sus ojos brillos somnolientos y su revoltoso cabello, la decepción iba en ascenso y sus esperanzas en picada.

Bonita forma de ilusionarlo al darle un papel con su nombre para luego desaparecer del mapa. Típico...

***

Desde que Yoongi acepto el puesto de consejero estudiantil, su vida cambio inesperadamente, primero que todo su madre pego el grito al cielo, su padre inusualmente mostro asombro y su hermano sencillamente aun después de casi una semana aun no podía terminar de creerlo.

En la segunda reunión, fue Jenny quien lo recibió en el aula presidencial, notando de inmediato el drástico cambio que el chico hizo consigo mismo, corbata y saco, cinco minutos limpiando su par de zapatos y dos horas luchando con su rebelde cabello y luego de casi un tercio gastado de frasco de gel para cabello, lo dejo totalmente pegajoso y estirado a tal grado de parecer vomito de monstruo, o así le llamo Jenny como saludo apenas verlo.

Ese mismo día, tanto ella como Taehyung se lo llevaron a la casa de la chica luego de clases, insistiendo que sería por su propio bien, cortaron su cabello, depilaron sus cejas y el casi imperceptible bigote en su bozo, limaron sus uñas, cocieron y tintaron su gastado uniforme hasta dejarlo como si fuera nuevo y dos tallas menos, para el tercer día como consejero, Yoongi era totalmente un nuevo chico con su frente descubierta, ojos resaltantes, piel envidiablemente nevada, rostro cincelado, cabello perfecto de medio lado y figura esbelta masculina ante el ajuste del uniforme. Digno de ser un consejero estudiantil.

En esa semana su autoestima iba levemente en ascenso, su popularidad por el mismo curso y tomando seguridad consigo mismo de forma torturantemente lenta, pero segura. Cooperar en las reuniones, formar áreas, diseñar periodos educativos, aprender las leyes de cada estudiante y profesor, conocer los casos de los alumnos problemas y promedios básicos estándares, todo eso junto a otros labores como consejero le monopolizaban gran parte de su tiempo, sumándole el hecho de que aun seguían preparando todo para el campamento y estar al día con sus estudios, era realmente agobiante para él, sin embargo, todos en el área presidencial estaban satisfechos con su trabajo.

No podía negar lo mucho que extrañaba tocar el piano, en sus pequeños ratos libres tocaba el de su casa antes de que algún familiar llegara, sin embargo echaba de menos su comodidad en el viejo salón de música. Hacer el trabajo estudiantil irónicamente era algo divertido, más cuando estaba con Taehyung, para Yoongi, era un conocido interesante, inteligente y genial aun cuando no se molestara en expresarlo.

Palabras MudasTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang