VIII

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Mis padres boquiabiertos y completamente horrorizados (aún más de lo que ya estaban) no podían creer lo que sus oídos escuchaban, no daban crédito a que todo lo nos paso a Annis y a mi era real, era muy difícil de creer, aunque considerando el estado de la actualidad no debería serlo tanto.

-Entonces. Mi padre estaba tratando de procesar la información que recibió de golpe de parte mía. -El hecho de que ahora tu apariencia haya cambiado es ¿por culpa de la sangre de Vampiro que te inyectaron esos psicópatas?

-Exacto. Mi respuesta fue clara y concisa.

-También le hicieron lo mismo a Annis, pero ella... ¿fue afectada por algo llamado la Voluntad Vampírica?

-Sí, la Voluntad Vampírica al parecer es otra presencia dentro de nosotros, para ser mas preciso por lo que pude leer en esta libreta que se la saque a uno de los guardias. Mostré el pequeño bloc de hojas sacándolo de mi bolsillo y volviéndolo a meter. -la sangre que nos inyectaron era de unos Vampiros que ellos crearon al comenzar con sus maldades, y al tomar la sangre de los seres monstruosos que ellos mismos hicieron, y al inyectárnosla a mi hermana y a mí, el resultado no solo fue que nos convirtiéramos en Dhampiros, sino que, por así decirle, la consciencia del Vampiro al cual le sacaron la sangre para luego ser metida en nuestros cuerpos paso a formar parte de nuestra propia consciencia, todo está aquí anotado.

-Lo tenían planeado desde un principio. El enojo de mi madre era casi incontenible, suerte que se pudo controlar, ya que ella era de ser bastante iracunda.

-Sí, y cuando Annis, ya estando en posesión de la Voluntad Vampírica me retenía en el suelo, ese sujeto del que les hable, el que sonaba su voz por toda la habitación, dijo que al momento de meter en nuestros cuerpos la sangre de Vampiro se había creado esta Voluntad Vampírica.

[Conque... ¿hablando de mi con tus padres?]

-No, no ahora Algul, te lo suplico, no salgas.

[Jajajaja, sí, voy a salir, cuando te preste un poco de mi poder para que acabaras con esa Hada de Terraoscura quedaste muy agotado, es más ya tengo el cincuenta por ciento del control de nuestro cuerpo, mira te puedo estrangular con la mano izquierda] Acto seguido, Algul, tomo mi cuello con mi propia mano, la cual junto con el lado izquierdo de mi cuerpo se transformó en la Voluntad Vampírica.

No importaba lo que el me dijese ese cuerpo es mío, no de él, y no podía permitir que se adueñara del mismo, si lo hacía seguramente asesinaría a mis padres.

Mis papás se asustaron al verme actuar de forma extraña al estar ahorcándome a mí mismo.

- ¡Alan!, ¿Qué te sucede? No estas bien. Mi madre sonaba aterrada.

-Es... el... Algul... Voluntad... Vampírica... corran...

Apenas podía vociferar algunas palabras porque literalmente no podía respirar, lo cual era raro porque eso no me hacía falta.

Poco a poco empecé a ceder mi consciencia ante Algul, el era demasiado fuerte. Mi cuerpo comenzaba lentamente a adquirir la apariencia de la Voluntad Vampírica por completo, mis uñas se volvieron afiladas, razón por la cual se encarnaron en mi cuello porque mi Vampiro interno seguía asfixiándome con mi mano, mis colmillos crecieron aún más, podía sentir como por debajo de mis brazos empezaba a crecer un par de alas de murciélago de tamaño humano, y luego... me dormí. Había perdido contra Algul, mis padres se encontraban en un peligro impresionante, y yo no fui lo suficientemente fuerte como para evitar que eso sucediera, la Voluntad Vampírica era muy fuerte y yo era muy débil como para contrarrestarla.

...

Desperté en a un par de calles de mi casa, aparentemente la transformación duro muy poco.

Fui corriendo de vuelta a donde estaban mis padres con el corazón en el cuello, tenia que verificar que aún seguían con vida después de que me convirtiera en Algul.

Cuando llegue pude observar un paisaje aún mas deteriorado que cuando llegue por primera vez, de todas formas, con escombros y todo lo demás pude divisar a mi madre sosteniendo un cuerpo muy dañado... era papá.

Me acerqué lentamente y vi con más claridad que mi madre abrazaba a mi papa el cual estaba por suerte inconsciente pero aun así había perdido una pierna por culpa de Algul.

Cuando mi madre noto mi presencia comenzó a gritar:

- ¡No te acerques! Sos un monstruo. Las palabras de mi mamá me hicieron frenar en seco. – Ándate de acá, no te quiero cerca ni de mi esposo ni de mí.

-Pero... mamá...

- ¡Pero mamá nada! Vos ya no sos mi hijo, ándate y nunca vuelvas. Tras sus ultimas palabras tomo el rifle con el cual mi papá me arranco el brazo cuando había llegado a mi casa por primera vez y sacó el seguro. -Si no te vas juro que te disparo Algul.

-Soy Alan, mamá, soy tu hijo.

-Ya te dije que no sos más mi hijo, mi hijo es un ser humano que esta muerto, vos sos un Dhampiro que usa el cuerpo de mi difunto hijo, sos un asco de ser. Acto seguido disparo a el piso, a unos centímetros de donde yo estaba parado, pero aun así ni me inmute.

Me di la vuelta sin decir nada más y comencé acorrer a toda la velocidad que mi cuerpo me otorgaba, corrí y corrí pero aun así la tristeza no se quedaba atrás, el dolor iba a la misma velocidad que yo,seguí corriendo sin un destino fijo mientras de mis ojos caían lágrimas, pero no eran cualquier lágrimas, eran mis lágrimas de murciélago, el dolor y la angustia eran tan grandes que podía diferenciar entre lagrimas humanas y las lágrimas de murciélago, quizás mi madre tenía razón, quizás yo ya no era Alan,quizás el esta muerto y mi cuerpo era solo el cascaron para que Algul se apoderara de él, pero los recuerdos de Alan habrían hecho efecto haciéndole creer a Algul que Alan seguía con vida y cuando la Voluntad Vampírica se da cuenta de que Alan esta muerto el control lo toma ese monstruo... es solo una teoría pero es lo único más coherente que se me había ocurrido estando en el mundo en el que me encontraba.    

Experimento G-115Where stories live. Discover now