Capítulo Diez: Cuestionar es de humanos

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Capítulo diez: Cuestionar es de humanos.

10 de marzo, 2016.

Frunzo el ceño cuando el intercomunicador del apartamento suena, ¿Quién puede ser? Dejo la revista a un lado y me pongo de pie caminando hasta contestar.

— ¿Si?

—Señorita Evans, lamento molestar, pero tiene usted una visita que no se encuentra en la lista de invitados frecuentes —Anuncia Robert, el portero del edificio.

—No me sentiré ofendida por ello —grita una voz que se me hace levemente conocida.

—Gracias por seguir el protocolo, Robert. ¿Puede decirme su nombre? —cuestiono y lo escucho preguntar.

—Alexa Blacke, señorita.

— ¡La mejor amiga de todos! —grita ella, yo rio.

—Déjela subir y por favor agrégala a la lista. Gracias, Robert.

Me alejo del intercomunicador y camino hasta donde sé se abrirán las puertas del ascensor que da acceso a mi apartamento; Alexa no tarda mucho en aparecer con una sonrisa que es inevitable que alguien no le corresponda.

— ¿Por qué no estaba yo en tu lista? ¡Soy Alexa! La amiga de todos.

—Lo siento, pero nunca habías venido siquiera.

—Nunca me diste tu dirección, ¿Cómo pretendes que seamos excelentes amigas? —Se mantiene dentro del ascensor.

—Yo no tengo tu dirección.

—Por supuesto que sí. Te envié una vez mi ubicación.

—Pensé que eso había sido un error —admito. Ella rueda sus ojos y sale finalmente del ascensor. Silba impresionada.

—Qué lugar más costoso y refinado, luce como apartamento de soltero prostituto millonario de libro que se enamora de chica pobre que nunca limpia —declara girándose hacia mí.

— ¿Gracias?

—De nada —Camina y la sigo como si esta fuese su casa y yo la invitada—. ¿Cuánto cuesta un lugar de este? Casi quiero venir a vivir contigo, pero no lo hago porque tengo un plan de vida.

— ¿Cuál es ese? —Me detengo en la cocina viéndola abrir mi refrigerador y sacar una gaseosa junto a un melocotón.

Es irreal la manera en la que se adueña del lugar y se desplaza con tal confianza como si hace años que se movilizara por mi casa y no fuese la primera vez, como si fuésemos realmente las mejores amigas y esto hubiese sucedido al menos unas miles de veces.

—Seguir viviendo en casa, molestando a mi extraño hermano que ahora pasa por su etapa reggae, mis felices padres y esperar a que mi súper amor suceda, maduremos juntos, me proponga vivir juntos, yo lo rechace y me vaya a vivir sola; para luego ser yo quien le diga para vivir juntos.

—Es un plan extraño.

—Funcionará —Da un mordisco al melocotón y me roza al pasar. Una vez más la sigo y tras verla sentarse en uno de mis sofás, en realidad, acostarse, me siento en el de dos plazas—. ¿Quieres saber quién creo que es mi súper amor?

—Bueno...

—Alex. Alexander Rae —Me dice y hace una mueca—. Desde que lo conocí supe que iba a ser el hombre de mi vida, no sé qué le toma tanto tiempo porque tengo que gustarle —Resopla—. Y ahora tiene esta dulce princesa salida de cuento de hadas rondándolo. ¿Quién quiere una princesa Disney cuando puedes tener una diosa como yo?

El Secreto de su Arte (#3 Saga InfoNews)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora