Dos muertes al atardecer ©

Capítulo 10: ¡Emergencia!

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—¿Pelearon por Ken Griffey? —pregunto al escuchar lo que dice Owen

—Según Simón solo estaban hablando sobre los jugadores, luego Rick dijo que no se sentía bien y que se iba a su habitación; entonces Simón le dijo que si era su hora de dormir, hubo más comentarios y cuando se dieron cuenta ya estaban tratando de que no rompiera nada. —dice mientras acerca la silla y se sienta.

—Y aun así la sala es un desastre: rompieron una silla, destruyeron cojines, hay rasguños por el suelo, además de la abolladura en la pared del armario de abajo y las bebidas que se derramaron.

—Nunca dije que tuvieron éxito. —Owen ha dejado de verme, sigo su mirada la cual está en Rick que sigue inconsciente detrás de las barras de metal.— Yo... tu estuviste en esta posición cuando yo estaba en la posición de él ¿Cierto? —Asiento—¿Cómo te sentías en ese entonces? ¿Qué pensabas sobre mi actitud? —pregunta pasando la mirada entre Rick y yo.

El hecho de que me pregunte eso me descoloca drásticamente ya que cambió mucho cuando estaba en ese proceso, era más salvaje, más impulsivo, más violento y malhumorado.

No era él. No era la misma persona.

—Por un tiempo tuve miedo... pero luego entendí que no era de ti,  tenía miedo de que no volvieras a ser tú. ¿Y tú que piensas sobre Rick ahora?

—Él está pasando por algo parecido a lo mío, un hombre lobo no pierde el control solo por palabras, dudo que lo que lo hizo explotar fuera directamente lo que haya dicho Simon —dice frunciendo el ceño, sé que por su cabeza están pasando todas las cosas que ha dicho Rick hasta ahora—. Quisiera ayudarlo.

—Pues hazlo, ayúdalo a encontrar control y mientras lo ayudas practicas tú también; yo no tuve modo de ayudarte, no sabía qué hacer. Tú puedes hacer algo. —sonríe por mis palabras.

La sonrisa de Owen se borra y voltea hacia las escaleras, escucho la puerta del sótano abrirse y veo bajar a mi papá, se acerca hasta nosotros; esta vestido con una camisa azul oscuro lisa y unos pantalones negros, su cabello se ve húmedo, seguro acaba de salir de la ducha; observa a Rick en la celda.

—¿Cuánto tiempo ha estado aquí? —pregunta aun con la mirada en Rick.

—Desde anoche; Mason le dio un sedante para que pasara la luna llena dormido — responde Owen con un tono neutro.

—¿Y ustedes? —interroga viéndonos a ambos y cruzándose de brazos.

—Yo estoy aquí desde anoche —dice Owen.

—Yo no podía dormir, así que desde hace dos horas. —Hablo cuando mi padre me mira; deben ser casi las 6 de la mañana.

—Bien. Suban y duerman un poco.

—No es necesario, señor. No estoy cansado. —dice Owen aunque sé que miente.

—No es una sugerencia, Owen. —Me mira y toca mi mejilla, en la que frota su pulgar ¿tendría la cara sucia?— Sé que están cansados. Vayan arriba y descansen, más tarde habrá visitas y quiero que estén presentables. Yo me quedare aquí, creo que Richard despertará pronto y quiero hablar con él. —expresa Tom con cara seria pero por un mínimo segundo creo que su expresión se suaviza.

—Buen —dijo Owen mientras se levanta y pasa al lado de mi padre.

Voy unos pasos detrás de Owen y volteo viendo como mi padre se sienta en la silla donde estaba el hibrido; regreso unos pasos hasta él.— Solo... no vayas a ser tan duro con él, por favor —digo señalando con la mirada a Rick y luego volviendo a mi padre.