Capitulo Tres

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A lo lejos en mi inconsciencia escucho un sonido, mis oídos tratan de agudizarse para escuchar en profundidad, un timbre lejano que quiere sacarme de mi actual realidad, en la que aún no quiero estar.

La alarma suena con su música incesante y chillona: Son las 6:30.

--Es muy temprano para comenzar a prepararme—Pienso.

Abro los ojos y la poca luz que se filtra por las cortinas blancas quema mis ojos, vuelvo a cerrarlos.

No quiero levantarme, no quiero empezar a trabajar, no quiero salir de la cama.

Este es el momento en que me pregunto, si en verdad debería ir.

Siempre ha marchado bien sin mí, ninguna queja. A menos que no me hayan informado. No se si mi abuelo quiera seguir.

Pero no, Anna, debes asumir tus responsabilidades, aunque no tengas ganas y te destroce el corazón los recuerdos.

Debía llenarme de fortaleza como siempre lo hice, y hasta el momento, tenía una vida tranquila. Y así seguirá.

Aunque pensándolo bien, ya ni siquiera he empezado, y ya me invitaron a una "reunión". Se que será de las fiestas con más personas adineradas, una buena cena, un bar con bebidas que jamás habre probado y mucha música.

Sinceramente no me importaba nada de eso, quisiera hacerlo a mi manera. Pero no todo sale como uno se lo espera, ¿No?

Volví a abrir los ojos, esta vez preparada para la luz que se colaba por mi ventana.

Parpadee un par de veces para acostumbrarme al brillo. Me incorpore en la cama, tenia una remera blanca, y un pantalón de jean corto. Me restregué los ojos y tomé mi teléfono mientras bostezaba.

Mire la hora: 7:05.

Entraba a las 8hs.

Comencé a buscar mis pantuflas desesperada, no las encontraba. Camine por toda la habitación, esta constaba de 3 paredes blancas y un bordo oscuro, la del respaldar de mi cama. Con unos stickers de flores blancas. El piso de madera flotante estaba frio.

Busque en el vestidor y nada, cada cantidad de ropa que no uso, de zapatos, carteras y mil cosas. Se que las compre para cuando este momento llegara, y aquí esta.

Me di por vencida en tratar de encontrarlas, de todas formas iba a darme una ducha, tome el cargador y enchufe el celular.

Sali corriendo hasta el baño, me desnude en el camino. Abrí el agua fría, de esa forma no tenia tiempo de pensar y de bañarme rápido.

Todo el que me conoce cuestiona ese habito mío y se preguntan porque no me despierto un poco antes, pero es que no puedo.

Mi vida es corrida para todos lados, tarde acá y allá.

Me levanto temprano, llego tarde.

Me levanto tarde, llego tarde.

Me levanto con 3hs de anticipación, llego tarde.

Mi vida así es, un gran problema.

Sali del baño, busqué el secador y comencé a soplarme el cabello con tal aparato.

Al cabo de 10 minutos estaba lista para elegir que carajos me iba a poner. Esto es lo más difícil.

Elegir no verme tan provocativa, ni tampoco tan casual, un poco de elegancia y formalismo. Busque entre tantos vestidos.

¿Mencione que me fascinan los vestidos? ¿No? Bueno, ya lo saben.

Encontré el perfecto outfit para hoy: Un vestido azul, perfectamente hecho para mí, encaje en cuerpo entero, que realzaba mis pechos y hacia mi cintura más pequeña y mi cadera más ancha. Estaba feliz con él. Me daba el toque de formalidad y elegancia que buscaba.

Legalmente MillonariaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora