Carta a Sam

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S a m

-Tranquilo- Lizzie tocó mi brazo-. ¿Ya llamaste a su hermana o algo?

-Sí y me dice que ha estado bastante rara desde que me fui- volteé a mirarla-. No lo entiendo, ¿por qué no responde mis llamadas o mis mensajes?

-Debe estar triste.

-No, Kat no es así.

-Estará bien. Ahora, vete a tu habitación que tenemos clase a las 7 de la mañana y con tres horas de sueño, dudo que podamos estar siquiera vivos.

-Hey, tu pudiste irte apenas terminamos de cenar hace unas cinco horas.

-Lo sé, pero...- Lizzie encogió los hombros-. No lo sé.

-Escucha, gracias, pero no tienes que preocuparte por mi o mis horas de sueño- le dije y cuando sus labios se curvaron hacia abajo, le sonreí para que aquello le haya sonado más amable, pero aun así, no lo logré.

-Lo siento- ella se levantó de la mesa de la cafetería en la que estábamos y tomó sus cosas-. Ya me voy.

-Nos vemos mañana.

-Sí- Lizzie asintió y se fue.

Yo me quedé otro rato con los brazos cruzados mirando atentamente la pantalla de mi celular y es que por más obsesionado que suene, me preocupaba que Katrina no me haya llamado desde que me fui de Nueva York y tenía un mal presentimiento a pesar de haberme asegurado de que ella estaba bien.

Eran alrededor de las 4 de la madrugada y estaba a punto de irme a mi habitación cuando mi celular vibró en mi mano y al mirar de quien se trataba, contesté sin más.

-Sam- dijo Bea entre llanto-. ¡Sam!

-Estoy aquí. ¿Qué pasa?

-Dime que Katrina está contigo, dime que fue a buscarte.

-¿Qué? No, te llame ayer por la tarde, ¿recuerdas? Me dijiste que estaba ahí.

-Y lo estaba, Sam, lo estaba, pero ya no. Se fue de casa y nos dejó a todos una carta de despedida.

-¿Una carta?

-Sí.

-Mierda, la carta- mascullé y le corté a Bea para luego correr con todas mis fuerzas a mi habitación e interrumpir el sueño de Greg, mi compañero de cuarto.

-¿Qué pasa?- se quejó él cuando encendí la luz, pero yo lo ignoré y saqué mi maleta del armario para empezar a rebuscar en ella la carta que Katrina me había escrito.

Me importaba una mierda la promesa que le había hecho de leerla pasada una semana, algo iba mal y lo iba a averiguar.

-Sam, hablo en serio...

-Shh- callé a Greg cuando la encontré y me senté en mi cama a leerla.

"Querido Sam:

Para cuando estés leyendo esto, probablemente ya me habré ido y tan solo quiero que sepas que te amo y nunca, pero nunca, dejaré de hacerlo. Y nunca me serán suficientes las líneas para agradecerte todo lo que has hecho por mí.

Me salvaste, Sammy.

Salvaste a la chica nueva e hiciste que su corazón volviese a latir.

No te merezco y es que soy una persona tan egoísta, que por más que quisiera decirte a donde voy, no puedo porque 1) No lo sé, y 2) No quiero que vayas por mí.

No te merezco, pero mereces una explicación.

Estoy asustada y a pesar de que lo intento, no puedo dejar de pensar en que algún día Pat volverá y le hará daño a todos los que quiero, incluyéndote a ti. No puedo seguir viviendo con esa frecuente punzada en el pecho ni teniendo esa sensación que me están siguiendo y mucho menos, con la idea de que tarde o temprano, él cobrará venganza.

Y lo lamento, lo lamento tanto porque sé que debí decírtelo y no debí engañarte con que iría a Boston el semestre próximo. Lo lamento porque por mi culpa, aquellas promesas que nos hicimos en las noches que no podíamos dormir, no las voy a cumplir. Y lo lamento porque a pesar de dejarte, debo desearte que seas feliz sin mí en tu vida.

Eres un ser extraordinario y de verás que agradezco a Dios, al universo e incluso a las estrellas, de haberte puesto en mi camino aquella mañana donde no solo irrumpiste en la clase de historia, sino, en mi vida.

¿Quién diría que aquel rubio de metro ochenta con los ojos más azules del planeta y sonrisa de comercial, iba a terminar convirtiéndose en el amor de mi vida?

Aquel tipo que de día era el típico chico popular y por la noche un nerd que estudiaba sin parar. Aquel tipo que parece no importarle nada, pero tiene un corazón tan grande que apenas y cabe en su pecho. Aquel tipo que dice odiar a cantantes como Stevie Parker, pero que no se pierde ni una de sus canciones en la pista de baile.

Aquel tipo que hizo que una chica que tenía prohibido soñar, soñara y no solo con los ojos cerrados.

Quiero que sigas pintando, que sigas sacándole sonrisas a la gente, que sigas siendo el favorito de la clase, pero sobre todo, quiero que sigas siendo tú.

Quiero que te enamores de una chica que te adore tanto como yo. Que adore tus caprichos, las tonterías que dices pasada la medianoche, tus borracheras, lo mal que bailas música lenta, tu asombrosa familia, tus miles de lunares en el cuello, tus pecas en la nariz y los hoyuelos que se forman en tus mejillas cuando te ríes.

Que adore al Sam que llevas dentro y que muy pocos tienen la suerte de conocer.

Te amo y deseo que todos tus sueños se hagan realidad. 

Con amor,

Kat"

-Greg, vi tu mensaje, ¿Qué pasa?- Lizzie entró a la habitación y antes de que yo pudiera irme al baño y gritar con todas mis fuerzas, ella se sentó a mi lado y acabe por lanzar la carta de la furia y tristeza que sentía dentro.

-No lo sé, él vino, saco esa carta y ahora está llorando- oí a Greg y Lizzie recogió la carta y se puso a leerla, pero yo se la quité antes de que la acabara.

-Sam...- ella tocó mi brazo-. Lo lamento.

-Déjame- me levanté de la cama y metí mi billetera que estaba en la mesa de noche en el bolsillo-. Si preguntan por mí, me fui por una emergencia a Nueva York.

-¿Qué? ¿Acaso has perdido la cabeza?- inquirió Greg levantándose de la cama-. Apenas hemos empezado el semestre.

No pude responderle y es que tenía un nudo en la garganta, tan solo me quedé mirándolo.

-Greg- le dijo Lizzie-. Déjalo, debe hacerlo y nosotros, debemos cubrirlo.

-¿Qué? Pero...- Greg se quiso acercar a mí, pero Lizzie lo detuvo.

-Anda, Sam- me dijo ella-. Anda.

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Nota:

Sí, lo sé, no actualizo hace un millón de años, mil disculpas. 

Lo que pasa es que todo el final lo tenía escrito en una libreta y esa libreta desapareció y me costó tanto, pero tanto,recrear la carta a Sam que finalmente logré que se pareciera al menos en algo a la original. 

Mil gracias por seguir la historia y esta vez, si, prometo, escribir el siguiente capitulo hoy mismo para publicarlo cuanto antes. 



Prohibido SoñarWhere stories live. Discover now