Capítulo 1

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Les voy a contar la historia que me convirtió en la persona que soy ahora, durante toda mi vida tuve que tomar elecciones, tuve que decidir por mi pueblo, por mi familia e incluso por la abuela, pero jamás había decido algo por mí; para mi bien, para mi felicidad...

Antes alucinaba con ser reina, supongo que sería el sueño de toda chica, pero lo mío iba más allá de un sueño.
Quería convertirme en reina para poder ayudar a mi pueblo, a mi gente, pero ser reina trae más responsabilidades...

Como el matrimonio.

Hace años cuando preparaban a mi madre para gobernar Aragón, la Reina Amalia le había presentado a los príncipes que debía escoger para que sólo uno fuera su esposo, su mano derecha en el Reino.
Mi madre estaba ofuscada, no quería casarse con ninguno de esos hombres porque la realidad era que estaba enamorada de alguien más, un hombre que aunque no pertenecía a la realeza, tenía sangre Aragonesa.

Mi madre siempre fue presionada por su madre, era tanta la presión que ejercían en ella para que contrajera matrimonio que termino escapando con mi padre, durante años no se supo nada de ellos hasta que por mí dieron con nosotros.

La Reina estaba enfurecida con su hija pero cuando supo que tenía descendencia todo cambió, todo se enfocó en mí y aunque mi madre trato por todos los medios alejarme de todo lo relacionado con su pasado; termine aceptado el derecho que por sangre me correspondía; ser princesa para luego convertirme en reina.

La abuela no quería que yo hiciera lo mismo que mi madre, y mi madre no quería que me forzarán a unir mi vida a un hombre al que no amará, así que hablaron durante horas y al final hubo que firmar una cláusula, donde dejaban en claro que me dejarían elegir a mi prometido, pero tenía que ser antes de mi coronación.

El recuerdo de lo sucedido hace un par de años me desconecta totalmente hasta que;

—Princesa, disculpe la intromisión —vuelvo a la realidad cuando la voz de Marcus llega a mis oídos— El Rey Félix, la Reina Merith y el príncipe Stefan de Valencia están aquí.

—Hazlos pasar Marcus, gracias.

Hace una reverencia con la cabeza y se da la vuelta.

Suelto un suspiro, me acomodo en el sofá y en ese momento la familia Valois entra al salón.

—Cariño —la reina se acerca a mí y me pongo de pie— Que gusto verte, te vez mucho mejor que hace meses.

Me envuelve en sus brazos fuertemente.

—Mujer deja respirar a Eliana —el rey aleja a su esposa de mí y me abraza con más delicadeza— Me da mucho gusto verte nuevamente.

—Gracias —asiento con la cabeza.

Unas zapatillas resuenan en la sala y todos nos giramos para ver a la Reina de Aragón acercarse a nosotros.

La familia Valois hace una reverencia ante su presencia.

—Majestad —dice el Rey Félix antes de besar la mano de la abuela.

—Hola Félix —le saluda con una sonrisa— Merith, Stefan espero que estén bien.

—Hemos venido en cuanto nos enteramos que habían regresado de su viaje —dice cariñosa la reina Merith.

—Lo sé, he ordenado que preparen la comida ¿les parece si mientras tomamos el té en el jardín?

—Por supuesto.

Las reinas caminan adelante, seguidas por el rey Félix, Stefan y por mí.

Avanzamos por los pasillos llenos de reliquias antepasadas, y cuando nos acercamos a las puertas que dirigen al jardín los hombres nos abren la puerta.

La Corona de Aragón.Where stories live. Discover now