Él es considerado un villano porque nadie conoce su historia, lo juzgaron sin darle la oportunidad de demostrar la bondad que existe en su corazón.
Yo tuve la oportunidad de enamorarme de él, pude conocerlo y gracias a eso puedo decirles, que nada...
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A la mañana siguiente desperté sintiéndome muy extraña. No lograba comprender por qué me había acercado tanto a Ulrik la noche anterior, era consciente de la paz que me generó estar a su alrededor, de lo bien que se sintió hacer algo bueno por él, por ayudarlo. Pero aún así me sentí extraña, esa tranquilidad se sentía errónea, forzada y antinatural. Era difícil imaginarme tan cercana con alguien a quien recién había conocido ese día, es decir, yo no era así. Ganar mi confianza llevaba tiempo, no era algo que se ganara tan fácilmente, no como lo de anoche.
Lo primero que pensé, es que no se trataba de un hombre normal, era un ser extraño con poderes, poderes que yo desconocía por completo. ¿Y si me hechizó? Quizás hizo algo en mí para que yo me sintiese de esa manera tan extraña a su alrededor. La otra cosa que pensé y de la cual me convencí de alguna manera, es de que quizás Liv estaba haciendo cosas extrañas conmigo, quizás al tener una conexión con ella sus sentimientos se proyectaban en mí. Por eso odiaba a Greenblood y con Ulrik me sentía tan cómoda. Quizás y solo quizás, realmente yo era algo de ella, una reencarnación o un descendiente. No encontraba otra explicación que se adaptará a mis circunstancias actuales.
Lavé mi rostro con furia, tomé una toalla y seque las gotas de agua que resbalaban sobre mi piel. - Ya te estás volviendo loca. - me dije. Yo no era nada de eso, simplemente ese sujeto era amable y se veía mucho más confiable que su contraparte, eso era todo, por eso me sentía tan a gusto a su lado. - Yo no tengo nada que ver con Liv, yo soy yo, no una reencarnación de otro ser humano. - me repetí. - Es estúpido que siquiera comiences a considerar semejante locura. - suspiré llena de frustración. ¿En qué momento mi vida llena de rutina cambio tanto? Deseaba volver a cuando no era nada más que un extra en las historias de los demás, cuando no tenía nada que aportar a la humanidad y mi existencia no le importaba a nadie. Ahora, dos hombres increíblemente atractivos que no eran humanos comunes, me llamaban por otro nombre y me rondaban cómo si yo fuese relevante en sus vidas. Quería mi maldita rutina de vuelta, no, exigía mi maldita rutina de vuelta.
El sonido detrás de mi me hizo saltar, debido a que la puerta del baño aún estaba abierta pude tener una buena vista de mi habitación, la puerta del balcón se encontraba abierta y de pie en el umbral con sus ojos azules puestos en mi, se encontraba GreenBlood. Enseguida sentí un escalofrío, una sensación de miedo puro me invadió, quería salir corriendo en busca de ayuda, gritar y suplicar por mi vida. Los recuerdos de ese horrible día volvieron a mí, su sonrisa burlona, sus insultos, sus malditas Gárgolas a punto de matarme y ese beso.
Quería que se fuera, que nunca más volviera, quería lanzarlo por el balcón, ser lo suficientemente fuerte para poder enfrentarme a él y así evitar que vuelva a lastimarme. - Ella no era su pareja. Él la obligaba. Ella siempre me amó a mí y eso la llevo la muerte, a manos de ese infeliz.- las palabras de Ulrik se repetían una y otra vez en mi mente, como ese hombre había sido capaz de matar a una mujer inocente por no amarlo, no soporto que ella amase a otro así que la mato, así tampoco sería de Ulrik. Se me revolvió el estómago al solo imaginar aquella escena, un inocente Ulrik encontrándose con el cuerpo de su amada, quien había muerto a manos de este monstruo.
