Who are you?

Capítulo 13

Ensueño

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 —Buenos días —Jisoo saludaba a su madre que se encontraba ocupada preparando su desayuno— ¿Dormiste bien? 

  —Si, aunque fue un poco difícil con los ronquidos de tu padre.

  —Yo no ronco.

Su padre estaba entrando a la cocina, rodeo la mesa, deteniéndose brevemente para darle un beso en la frente a su hija para luego ayudar a su esposa a servir el desayuno.

—Claro que roncas, incluso los vecinos deben escucharte, —soltó una carcajada—¿Verdad Jisoo? 

Su madre colocó frente a ella dos platos uno contenía arroz y el otro sopa de pollo con ginseng.

  —Es para que llegues con un montón de energía a la escuela.

  —Gracias, mamá.

Sus padres tomaron asiento, todos desayunaban con tranquilidad, Jisoo pensaba que debía darse prisa para estar lista en el momento en que Sungyeol saliera de casa para ir juntos a la escuela. 

  —¿Quieres un poco de jugo? —ofreció su padre. 

  —Si, por favor.

El padre de Jisoo sirvió dicho líquido  en un vaso, pero en lugar de dárselo a Jisoo, sin motivo alguno le lanzo el contenido en la cara, algo que la sorprendió, no entendía las acciones de su progenitor, miró a su madre en busca de respuestas a la extrañas acciones de él, pero esta ahora la miraba con clara molestia.

  —¡Despierta de una vez maldita bastarda! —Gritó con furia y le dio una bofetada.

Todo había sido un sueño... 

La primera imagen que observó fue de una mujer, la reconoció, ella era parte de toda es basura. Ni siquiera recordaba que es lo que había pasado, estaba caminando junto a uno de esos horribles hombres y de pronto todo se volvió negro. 

—¿Ves? —hablo esa mujer, había otra persona en la habitación—  te dije que estaba bien, date prisa y ponla a trabajar, debe recuperar el dinero que perdió mientras estaba dormida —aquel sujeto del que difícilmente distinguía la silueta asintió a las ordenes— a veces pienso que solo fingen desmayarse para holgazanear. 

Ella hubiera deseado no despertar de ese sueño, prefería quedarse ahí aunque eso significara no despertar jamás

   

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Mientras se aferraba con fuerza a Sungyeol, Jisoo deseaba con todas sus fuerzas detener el tiempo, permanecer así para siempre, como si nada estuviera mal.

—¿Por qué saliste de casa sin nada que te cubra de la lluvia? —la voz del mayor hizo que el tiempo volviera a correr— no puedes ser tan —no sonaba como un regaño, parecía más un comentario con preocupación— ¿Sucedió algo en casa?

Los dedos de Jisoo apretaron la tela de la camiseta de Sungyeol, sus manos estaban por dentro de la chaqueta de este debido a que se encontraba abierta.