- Lo he arruinado todo. Pero sólo quiero que él sea feliz. Siempre enfatizó que quería una familia y yo no tengo el derecho de arrebatarle eso. Él es un buen hombre. Se merece ser feliz y encontrar una mujer que pueda darle cuantos niños quiera. Se merece toda la felicidad que yo no podré darle.

- Y la tendrá. Él será feliz y va a tener todo lo que siempre ha querido. Tendrá su propia familia y será muy feliz. Ya lo verás. Ahora tienes que comer algo.

Hice el intento de comer pero inmediatamente tuve que correr al baño para vaciar el poco contenido que había en mi estómago. Mi madre se quedó conmigo hasta que me quedé dormida. Cuando desperté ya no estaba a mi lado. Estoy agotada y débil. Mi cuerpo está dolorido y me siento frágil. Me levanto con cuidado y me dirijo al baño. Necesito una ducha para relajar mis músculos adoloridos. Comienzo a desnudarme y a mirar mi reflejo en el espejo. Las marcas han empezado a desvanecerse. Mi rostro está aún más pálido y tengo ojeras. Un fuerte zumbido se apodera de mis oídos y mi visión se vuelve borrosa. Trato de agarrarme de algo, pero no lo logro a tiempo golpeando mi cabeza cuando caigo al suelo y todo se vuelve negro.

Miércoles...

Despierto con un fuerte dolor de cabeza. Escucho voces en la distancia y el bip de algo en particular que he escuchado entes. Cuando logro enfocar mis ojos observo el lugar. Es un cuarto de hospital y cerca de la puerta está mi madre hablando en voz baja con quien supongo es el doctor.

-¿Mamá? - mi voz es rasposa y siento la garganta seca. Mi madre y el doctor se acercan inmediatamente. El doctor procede a verificar mis vitales, mis ojos y todas esas cosas que verifican cuando vuelves del más allá.

-¿Qué sucedió?

- Las niñas te encontraron desmayada en el baño. Te traímos inmediatamente. Tus niveles de azúcar estaban por los suelos. Casi terminas en un coma - se ve agotada.

- Myla, soy el doctor Anderson. ¿Cómo te encuentras?¿Hay algo que te moleste?

- Sólo siento mi garganta seca y me siento cansada. Y mi cabeza duele.

- Es normal. Has estado inconsciente por casi tres días. Hemos tenido que trabajar muy fuerte para estabilizarte. La radiografía de tu cabeza no mostró ninguna fractura, por suerte sólo tienes una pequeña contusión.Te hemos tomado muestras de sangre para verificar todas las posibles razones por las cuáles te desmayaste. Voy a mantenerte en observación por un par de horas más antes de darte el alta ahora que has despertado. Pero primero necesito hacerte unas preguntas. ¿Estás de acuerdo? - asiento mirando a mi madre quién tiene una expresión extraña en su rostro y comienza a preocuparme - Bien.¿Cuándo fue la última vez que tuviste tu periodo? - su pregunta me toma por sorpresa.

- No lo recuerdo. Sólo tengo el periodo una o dos veces al año. A veces no lo tengo en absoluto por más de un año. Perdí mi sistema reproductivo casi en su totalidad - miro a mi madre en busca de una pista de lo que está pasando.

- Sí, te entiendo. Te realizamos un sonograma y pudimos verlo. Tu matriz está intacta y tienes sólo la mitad del ovario izquierdo, pero eso es más que suficiente cuando se es una mujer joven y saludable.

-¿Suficiente para qué? Creo que no lo entiendo.

- Suficiente para quedar embarazada. Felicitaciones. Estás de ocho semanas de embarazo - mi alma abandona mi cuerpo. Siento que estoy en otra dimensión. Puedo ver los labios del doctor moverse pero no puedo entender o escuchar nada de lo que dice. Mi madre me sarandea y me devuelve a la realidad.

- Mi niña,¿estás bien? - el doctor comprueba mis vitales en el monitor que están alterados.

- Esto no puede ser posible. Yo no puedo tener hijos - le digo al doctor. Acerca una silla a la cama y toma asiento. Me habla con amabilidad.

Me perteneces (COMPLETA)Where stories live. Discover now