Capítulo 44

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POV KHRIS
Miércoles...

No pude pegar un ojo en toda la noche. Ese maldito mensaje me carcomía las entrañas. Llevo horas sentado observando a Myla dormir. Duerme pacíficamente. Después de un largo rato ella comienza a despertarse. Después de unos minutos nota mi presencia y enfoca sus ojos en mí. Frunce el ceño y se sienta en la cama. Se ve tan jodidamente preciosa con su pelo enmarañado y sus ojos somnolientos. Mi mal humor se disipa un poco, pero no del todo.

-¿Ya te vas? - pregunta curiosa ya que estoy vestido. Sólo tengo que abotonar el cuello de mi camisa, ponerme la corbata y la chaqueta.

- Dentro de un rato, es temprano aún y no tengo que estar en mi oficina hasta las diez - ella asiente - Nana ya está aquí, ¿quieres que desayunemos juntos antes de irme?

- Me encantaría - dice en voz baja y con una sonrisa tierna, podría decirse que hasta tímida en los labios. Incluso tengo ganas de ponerla a cuatro patas y follármela ahora mismo, pero no lo haré. Necesito mi mente clara el día de hoy hasta que sepa que demonios está pasando.

- Bien. Le diré a Nana que prepare el desayuno mientras te vistes. ¿Algo en específico que quieras comer? - niega.

- Lo que sea que prepare estará bien - sonríe más abiertamente pero su sonrisa se desvanece cuando comienzo a darme la vuelta y me arrepiento al instante. Me estoy comportando como un cabronazo. Ella no sabe que vi el mensaje, ni siquiera ella lo ha visto. Pero eso no lo justifica. Tengo que ser paciente y confiar en que me dirá la verdad. Tengo que agarrarme a ese pensamiento con ambas manos para no volverme loco. Me detengo antes de dar otro paso y me acerco a ella y la beso. Me mira melancólica.

-¿Está todo bien? - me esfuerzo y le sonrío levemente.

- Sólo estoy cansado, no dormí lo suficiente. Te espero en la cocina, no tardes - le beso la frente y me retiro hacia la cocina.

- Nana, ya puedes preparar lo que quieras para desayunar.

- Perfecto cariño, me pondré a ello enseguida - me siento en un taburete en la barra del desayuno y llevo mis manos a mi cuello para relajar la tensión - ¿Te encuentras bien cariño? - al levantar la cabeza veo a Nana parada en el medio de la cocina mirándome con preocupación.

- Tranquila Nana. Estoy bien. No pude dormir, eso es todo.

- Ajá, y para algo existen las excusas, ¿cierto? - me quedo perplejo. ¿Tanto se me nota? - Mi niño por sí no te has dado cuenta estoy bastante mayorcita y no me chupo el dedo. Y  que no se te olvide que te limpié el trasero innumerables veces - esto me saca una sonrisa y me mira con amor, la misma mirada que me dio cuando era pequeño y me caí de mi bicicleta, la misma mirada que me dio cuando mi padre y mi abuelo murieron. Sé acerca y agarra mi mano y la aprieta - Todo en ésta vida tiene solución, pero sobre todo, tiene una explicación mi niño. No te devanes los sesos cariño. Aún no.

- Oh Nana, ¿qué diablos me haría sin tí? - beso su mano.

- Bueno cariño, eso no lo sabrás por un buen tiempo. No tengo la intención de morirme pronto - acaricia mi mejilla y vuelve al desayuno. Ya ha pasado un buen rato y Myla no ha salido de la habitación, así que voy a buscarla.  La encuentro sentada en el borde de la cama con su teléfono en sus manos. Su mirada está perdida.

- ¿Sucede algo? - da un brinco al escuchar mi voz y me mira sorprendida - ¿Estás bien?

- Hum, sí... sí... ya iba a encontrarme contigo - dice nerviosa. Se levanta de la cama y pasa por mi lado sin mirarme a la cara, apuesto a que ya tiene que haber leído el mensaje y espero por Dios que sea honesta y hable conmigo o voy a perder mi puta cabeza. La sigo hasta la cocina y la miro atentamente. Habla conmigo y con Nana durante todo el desayuno, pero no me mira a la cara y eso me molesta. Me hace pensar que está tratando de ocultar la culpa. Su teléfono suena como si hubiese recibido un mensaje y ella se tensa pero no lo verifica.

Me perteneces (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora