Capítulo 17

8.1K 874 283
                                    

Dipper se encontraba caminando a paso rápido por uno de los muchos pasillos que poseía el castillo, caminaba rumbo a la habitación donde trabajaba Bill, tal y como éste se lo había pedido en la mañana. Por suerte, sabía perfectamente cómo llegar, puesto que ya había recorrido aquel camino más veces de las que podría contar, cuando iba a visitar clandestinamente al hechicero, hace lo que parecían ser siglos atrás.

Ya llevaba por lo menos una semana y media viviendo junto al rubio, y, sinceramente, no podía estar más feliz. Realmente sentía que su relación con el Cipher no podía estar mejor, y la verdad, no le había costado mucho acostumbrarse completamente a su nueva vida junto a Bill, que parecía ser la que siempre había soñado. Aveces, no podía evitar pensar que todo era un bello sueño, y que en algún momento despertaría, teniendo que volver a aquella realidad que tanto le disgustaba. Pero no sería así. Aquello no podía ser más real.

Caminaba con algo de intriga en el pecho, dado que no tenía muy clara la razón del por qué Bill le había pedido que lo encontrase en aquel lugar, ni siquiera le había dado una pequeña pista que lo ayudara a descifrarlo. Pero la verdad, no era algo que le preocupase, sabía que no era nada malo, o al menos no parecía serlo.

Luego de unos cuantos minutos caminado, el castaño finalmente se encontró frente a aquella puerta dorada, sin poder evitar recordar con cierta nostalgia todas las veces que se había encontrado en aquella situación.

Lentamente golpeó la puerta, que fue casi inmediatamente abierta por un chico de expresión seria, la cual rápidamente cambió por una sonrisa al ver al menor.
-¡Pino!, adelante, te estaba esperando- dijo el rubio mientras se hacía a un lado, dejándolo pasar.

Dipper le dedicó una sonrisa a su amado, para después entrar rápidamente, mirando detenidamente la habitación, mientras sentía cómo la puerta era cerrada a sus espaldas.
-¿y?- preguntó el menor con una sonrisa- ¿ya puedo saber para qué querías que viniera?
-por supuesto, por supuesto-respondió el de ojos ámbar, soltando un pequeño suspiro- te pedí que vinieras porque... bueno, he estado pensando mucho últimamente, y... decidí que mi prioridad ahora es no volver a perderte... jamás.

-¿está... bien?- dijo el castaño alzando una ceja, pero sin dejar de sonreír- ¿acaso estás planeando encerrarme en un calabozo o algo por el estilo?- preguntó divertido.
-muy chistoso, Pines- respondió el rubio girando los ojos- pero no, sorprendentemente no voy a encerrarte en un calabozo- dijo algo divertido, acercándose al menor- verás, hace poco encontré un hechizo...
-¿un hechizo?
-si, un hechizo bastante antiguo y poderoso, que me permitiría saber tu ubicación en caso de que algo malo suceda... y también me avisaría si algo inusual está ocurriendo- le explicó- es un hechizo que realmente asegurará que nunca vuelva a suceder algo parecido a lo que pasó hace unos meses... y que asegurará que estemos juntos por siempre.
-ya veo...- dijo el menor frunciendo un poco el ceño- y... ¿cómo se realiza eso?- preguntó dudoso.

-sólo tengo que leer unas palabras mientras dibujo algo en tu brazo- respondió el rubio mientras ponía una mano en la mejilla del castaño- te aseguro que no es peligroso.
-entiendo- dijo el Pines asimilando la información... un hechizo...se suponía que no era nada malo... y si Bill quería hacerlo, era porque lo amaba y se preocupaba por él, ¿no?, tenía que admitir que se le hacía un poco extraño, pero si Bill decía que estaba bien, era porque estaba bien... tenía que confiar en él- bien... lo haré- dijo finalmente, con firmeza en la voz.

-me alegra que lo entiendas, Pino- respondió el contrario con una sonrisa torcida- ven, siéntate- dijo señalándole un pequeño piso de madera.
El castaño se dirigió lentamente hacia el asiento, sentándose inmediatamente, sin poder evitar sentirse algo nervioso.
-bien...- ahora necesito que te saques la camisa.
Sin decir ni una palabra, Dipper comenzó a desabrocharse la camisa, para luego sacársela y dejarla sobre sus piernas.

El Cipher caminó hacia una pequeña mesa de mármol, y sacó un libro café que se encontraba sobre ésta, abriéndolo rápidamente en una página que al parecer ya había sido marcada anteriormente.
Nuevamente se acercó al Pines, le dedicó una pequeña sonrisa, transmitiéndole tranquilidad, y luego volvió a mirar el libro, con lo que parecía ser mucha concentración.

De pronto, comenzó a leer unas extrañas palabras que Dipper no pudo comprender, y comenzó a acercar uno de sus dedos al brazo del contrario, un poco más abajo del hombro.
Apenas su dedo entró en contacto con la piel del castaño, una potente luz dorada de hizo presente en la habitación, y Dipper sintió cómo su brazo comenzaba a arderle, era casi como si el dedo del Cipher estuviese hecho de fuego.

Cerró los ojos fuertemente, intentando pensar en otra cosa que no fuese el dolor que sentía en esos momentos, pero la verdad, era bastante difícil.
Estuvo así por lo que le pareció una eternidad, sintiendo cómo su brazo ardía terriblemente, intentando no quejarse demasiado, y sobre todo, esperando que todo terminara luego, hasta que finalmente, el Cipher se separó de él, aliviando enormemente al menor, que soltó un gran suspiro de alivio.

-ya está- dijo el rubio satisfecho- ya puedes abrir los ojos, Pino.
El chico abrió lentamente los ojos. Aún le dolía el brazo, pero lo disimuló lo mejor que pudo.
-quedó bonito, ¿no lo crees?
¿Bonito?, Dipper bajó su mirada hacia su brazo, encontrándose un gran triángulo dorado un poco más abajo de su hombro.
-no... me dijiste que dejaría marca- dijo algo tímido.
-¿ah?, debió habérseme olvidado, pero eso no te importa, ¿verdad?
-no... supongo que no- contestó el contrario sin dejar de mirar su brazo.

-la verdad- dijo el mayor alzándole el mentón al castaño- creo que se ve simplemente hermoso en ti. Hasta hace juego con tu colgante- añadió sonriente.
Dipper le dedicó una sonrisa de lado al contrario, para luego sentir cómo éste unía sus labios, en un beso que el chico no dudó en corresponder inmediatamente.

Realmente estaba aliviado de que aquello hubiese terminado, aunque también tenía que admitir que le preocupaba un poco el hechizo, o el que pudiese tener algún efecto colateral. ¿Habría hecho bien en aceptarlo tan rápido? Si, por supuesto que si- se autocontestaba el castaño- después de todo lo que había vivido, había solo una cosa que sabía con certeza:

Siempre, pasara lo que pasara, debía confiar en Bill ciegamente.

















¡Hoooola!, ¿cómo están?, ¿les gustó el capítulo?, espero que si jejeje.

Bueno, aquí les traigo el nuevo cap, espero que lo hayan gozado jsjsjs, y díganme, ¿creen que el "tatuaje" es realmente lo que Bill dice que es?, ¿o creen que es otra cosa?, ¿o tal vez no sea importante y solo quería ponerle un tatuaje dorado a Dipper?, no lo sé, no lo sé. Cuéntenme si es que ya tienen alguna teoría de lo que va a pasar en la historia. Realmente me encantan :3.

Como siempre agradecería que votaran y en especial que comentaran, ¡amo sus comentarios! <3

Ah, y el próximo capítulo va a salir probablemente el miércoles, a más tardar el jueves.

Y bueno... creo que de mi parte eso es todo...


















¡Nos leemos luego!

Solo... confía en mi.  [Billdip].                 #Premiosgravity2019Where stories live. Discover now