—¿Veterinaria equina?

—¿Que crees? Tengo mis planes después de graduarme.

Jimin trató de sonreír por su amigo, el estaba cursando tercer año y aún no tenía pensado que hacer una vez graduado en ciencias veterinarias. Quizás, se iría a alguna cuidad pequeña ya que los veterinarios en esas zonas eran más escasos o hacer visitas veterinarias a domicilio. Pedir un préstamo y comprar un auto, para las visitas. O mejor, pedir empleo en algún zoológico y así cuidar a animales exóticos, pero primero debía tener una especialidad para conseguir el trabajo.

Salieron juntos sobre el paraguas y caminaron entre la lluvia hasta llegar a una farmacia y comprar analgésicos y alguna pastilla de miel para su garganta. Al llegar al departamento se acostó, sin antes de tomar los medicamentos que Nam le había comprado. Quedó tendido en la cama observando la ventana con cortinas abiertas que le había dado pereza cerrar. Observó la lluvia caer durante unas horas hasta que nuevamente quedó dormido escuchando el fuerte sonido de la lluvia que caía sobre la cuidad.

Su alarma sonó despertando y interrumpiendo su magnífico sueño de estar tomando sol en la playa como lo hacía en todos los veranos en la casa de su abuela.

Luego fue un portazo y el sonido de su puerta abriéndose por completo.

— Oh por dios.— Namjoon removió el cuerpo rígido sobre la cama.— ¡Jimin despierta!

— No quiero ir a clases.

— La profesora inmunología general envío un correo diciendo que hará un pequeño exámen hoy.

— Vaya, creo que ya reprobé.— Dijo contra la almohada.— No puse atención la clase pasada. Creo que me quedé dormido.

— Ven a tomar desayuno y estudiaremos luego.

— Son las nueve de la mañana.— murmuró Jimin mirando su reloj de mano.— Déjame disfrutar unas horas más.

— Me comeré las tostadas con mermelada y tú te harás desayuno después.

Jimin al oír esto hizo el esfuerzo de levantarse, ya que aún quería dormir, pero odiaba la idea de cocinar más tarde. Tenía que aprovechar que Namjoon hacia el desayuno, ya que era el que mejor cocinaba de los dos.

Salió de su habitación y miró hacia la sala de estar observando el desorden, la ropa tendida sobre el sofá, ventanal y lámparas. Algunos zapatos tirados en el suelo, y ni hablar de la loza sucia sobre un par de muebles en el departamento para dos. Sin calcetines, caminó bostezando y tomando asiento en la mesa para cuatro, mirando a su amigo comer algunas tostadas con mermelada de frambuesa.

Sintió un aroma raro cuando tomó asiento, y observo bien en lo que había encima de la mesa.

—¿Sucede algo?— Preguntó Namjoon mirando a su amigo, quien veía dudoso a varios de los alimentos que Namjoon había sacado de refrigerador.

— Algo huele mal.— Se acercó a oler las tostadas, pero no sintió nada raro, luego fue el queso, la fruta picada y luego el envase de leche blanca.

— Mmm...— Namjoon olió a su alrededor y no encontró nada raro en el ambiente.— Debe ser donde estas enfermo.

— Es la leche.— Sentenció Jimin tomando el envase de cristal entre sus manos para acercarlo a su nariz y olerlo.

— A ver...— Namjoon se lo quitó de sus manos y abrió la tapa dando un sorbo. Pero no, la leche estaba fresca.— La leche está buena.— Dudoso se limpio el pequeño bigote de leche que tenía encima de sus labios.

Lo dejó encima de la mesa y Jimin la tomó nuevamente oliendo muy concentrado. La abrió y tomó un sorbo de la boquilla, degustando su sabor. Cerró la tapa y tomó una tostada, pero algo se revolvió en su estómago cuando volvió a sentir ese horrible olor. Se levantó corriendo directo al baño, abrió la puerta y también la tapa del retrete, agachándose y expulsando todo lo que tenía dentro de su estómago.

Nueve meses [Kookmin]Where stories live. Discover now