I.H.L.Y. - L.H. [Book#1] |REPUBLICANDO|

Capitulo 19º: Es que...

Tuve que esperar un día completo para poder realizar mis radiografías, estaba tan débil, las radiografías decían que tenía que tener cuidado y me quedaría un día más para revisar que todo ande bien. Algunas cosas cambiaron en esos pocos días, por ejemplo Michael tiene el pelo café oscuro y parece un pelo normal. Avril ahora tenía reflejos azules, es decir que, cuando su pelo brilla, el brillo que desprende es azul. Mamá ya no trabajaba ya que renuncio a su trabajo y ahora papá esta algo estresado por lo gastos. Y Michi... por dios me perdí su cumpleaños! Ese tuvo que haber sido el peor de toda su vida y me desanima el pensar eso.

Leí cada y exactamente todas las cartas que me dieron, 2 de Luke, 1 de mis padres, 2 de Avril, 1 de Ashton, 1 de Calum, 1 de cada una de las 'chicas rudas', 1 de Bárbara, 1 de Camila (cosa que me extraño) y 3 de Mikey. Los peluches eran generalmente de mis padres, Mike y Luke. Ya estoy pensando en donde dejarlos, el oso polar gigante le dejaré junto a mi guitarra, cerca de la esquina, el pingüino en miniatura le dejaré en mi tocador, las más pequeños encima de mi cama perfectamente ordenados y los 3 que son grandes pero no mucho en una repisa. Los globos se desinflarían antes de que llegué a casa a sí que no les tomo gran importancia.

- hola - yo me exalto en mi camilla y veo a Michael en la puerta de la habitación.

- oh hola Mikey - le sonrió, pero no se sí deba llamarle de tal modo... Es decir... la última vez que hablamos estábamos discutiendo, y fue una pelea bastante horrenda.

- ¿cómo estas? - me pregunta dulcemente, yo sonrió, espero que haya olvidado por completo la pelea.

- bien y tu? - pregunto, el sonríe de vuelta.

- bien, bien, pero el problema es que mi mejor amiga esta internada en el hospital - mejor amiga... No sabía sí sonreír o llorar, el tener la atención y el saber que le gustó a alguien me fascina, pero después de tanto tiempo al fin me llama amiga.

- ah - es lo único que logró decir o que se me esa capa de mis labios.

- _______ - empieza a hablar - lamentó la discunción en tu casa, debí creerte, me comporte como un gran imbécil.

- déjale, Luke es el mejor en la actuación y cualquiera cae en sus mentiras. - el ríe.

- bien, tengo que irme - este acaricio mi mano con su pulgar - adiós - este beso delicadamente mi mejilla y se fue.

- adiós - susurre.

Cada vez que veía esos actos delicados y dulces de Michael conmigo me venía la culpa, la culpa del no saber porque no me gustaba el, por que tenía que ser el maldito de Luke que jamás me trataría bien...

- ¡_____! - siento que grita alguien en la puerta, me volteo y veo a Rosa en la puerta con lágrimas en los ojos. Yo le mire y no me lo creí, la señora del orfanato que era casi como mi madre me vino a ver al hospital.

- ¡tía Rosa! - grito y abrí mis brazos, esta corrió hacia mi y me abrazo fuertemente, dolió bastante pero la emoción ayudo a ahogar el dolor.

- ¡mi niña pequeñita! - exclamó - ¿qué te pasó mi nena? - preguntó, era tan amable, siempre como una madre.

- de tonta que soy pues tía - respondí haciendo un puchero.

- ¿te tienen con restricción de alimento pequeña? - preguntó, yo negué con la cabeza y sonreí. - entonces ten este regalo de tu tía - esta me pasó una caja de bombones Ferrero Rocher que en cuanto llegó a mi boca me derretí, los chocolates estaban esquistos.

- mmmmh.... - exclame al saborear el chocolate en mi boca. - es exquisito - dije después de tragar - ¿gustas? - le pregunto ofreciéndole uno.

- no gracias querida - esta acaricia mi pelo y me sentí tan bien, extrañaba a Rosa. Me alegraba volver a ver su cabellera blanca, sus ojos café que irradiaban cariño, ella siempre fue tan amable conmigo...