Mamá se encontraba a un costado y tenía mis manos.
No quería hablar con nadie y ella lo comprendía con su silencio. Me sentía de las peores maneras que alguien podía sentirse.
Me habían engañado. Me habían apuñalado el corazón.
Estaba de nuevo en Luisana y estaba en la casa de mis padres, más bien en la cocina. Apoyado con la cabeza en la mesa del comedor mientras mi madre acariciaba mi cabello.
No creí lo que pasaba por mi vida en aquel entonces.
Las lágrimas apenas me dejaban observar que pasaba a mi alrededor y apenas pude visualizar las maletas a dos metros de mí.
Estaba roto y mi familia lo sentía.
Se dice que cuando uno está triste debe intentar ponerse de mejor humor, pero... alguien me explica como cuando uno está en el suelo, con los pies encadenados, puede siquiera sonreír.
Me habían robado lo poco que me quedaba y sin embargo, no era mío.
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Looking for you
Teen FictionKendall, devastada, escribe cartas de remitente a Sanders, para sentir que está cerca de él. Pero no solo descubrirá lo que ha pasado todo este tiempo que han estado separados, también se enterará que no todo es como ella lo había deseado. D...
