Carta 8

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Querido Sanders:

Madre mía, he podido aguantar más de un mes sin escribirte, pero, amor, no pude más.

La semana pasada mi hermana habló con tu hermano y me enteré que estarás en la ciudad por tus pequeñas vacaciones antes de volver a estudiar, lastima que vendrás con acompañante.

No me interesa. Sé que debería seguir con mi vida y olvidarte, Sanders, pero es qué no puedo; no sé como haces tú, pero yo no puedo.

Los ojos se me cristalizan todo el tiempo por ti, todo el tiempo pienso en las veces que te amé y en las veces que tú lo hiciste.

Mamá está preocupada por mí y quiere que recura a alguien que me ayude con lo que estoy sintiendo. Creé y piensa que estoy en una depresión grave, y que no parará hasta verme sonreír todos los días.

Sin ti no creo que se posible, pero aunque ahora mismo no quieras verme, sé que en algún lugar de tu alma, ruegas por qué yo esté bien.

También dice que mi dignidad está justo donde tú estás pisando ahora, pero es que solo te extraño.

Te extraño y espero olvidarte, cariño.

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