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¿Qué haría con todos los juguetes azules que estaban en la habitación del fondo?

Vi la cuna, los retratos y la estúpida cuna que se encontraba al final con miles de pequeñas almohadas con pinturas infantiles.

Me corrí las lágrimas de la cara y me senté en el suelo con pequeño sombrero color verde en mis manos.

La habitación se encontraba en un gran silencio y sólo se oían mis sollozos. Era cálido el clima, pero mi alma estaba en invierno, en aquellas zonas donde los labios se ponen morados y los pies se congelan.

Me apoyé en la pared y suspiré con las pocas fuerzas que aún me quedaban.

No creía lo que podía pasar en tan poco tiempo.

hoy nacía, hoy nacía un bebé precioso. Pero no era el mío, no hoy.


Y decir que no me partió el alma, mentiría.

Looking for youWhere stories live. Discover now