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Había pasado ya un mes, su pequeño experimento había tenía buenos avances, ahora se podía notar un poco el aspecto de ser humano, Choi estaba feliz, más que feliz, estaba embelesado pues muy pronto tendría en sus brazos a su fortuna. Siguió trabajando, cuidando a mayor detalle que nada resultará mal, tenía que estar todo perfecto antes de su llegada.
Sabía que faltaba mucho aún para que su experimento cobrase vida pero, realmente estaba ansioso y solo contaba los días, tomo una fotografía con su cámara instantánea, al ser revelada la fotografia la pego en el álbum dónde registraba los procesos.

Anoto los avances aun lado de donde había pegado aquella imagen, se veía realmente bien. Guardo el álbum en el cajón del escritorio, sus pasos se dirigieron hacia donde estaba su pequeño experimento y acarició la incubadora.

-pronto estarás aquí con nosotros. . .

Una sonrisa se figuro en los labios de SeungCheol, apagó la luces dejando la luz ultravioleta, cerró su laboratorio con llave. Su mente empezó a divagar con cada paso que daba, recordando así el pasado y el presente, las cosas buenas que le había traído la vida pero, también sus tragedias, dentro de ellas estaba su primer error.

"Si realmente me amarás me dejarías libre."

Te amo y yo solo quise salvarte.

"Me condenaste."

Esos pensamientos otra vez empezaban a consumir su cabeza, estaba sintiendo que vivía la pesadilla en vivo. Nego sus pensamientos tratando de alejarlos y recordándose así que solo eran parte de su imaginación, sin darse cuenta había llegado a la sala de juntas donde tenía una reunión importante.

-Las muñecas Barbies han tenido un gran éxito estos últimos años, tanto para ser las más solicitadas en el mercado pero, tenemos que mejorar el producto, la competencia es cada vez más reñida.

Hablaba su jefe presentando las diapositivas que había preparado su asistente.

-Por favor, ¿Que competencia podemos tener? Nuestros productos son los mejores-hablo uno de los inversionistas elogiando a la muñeca Barbie, en cada junta siempre estaba presente una.

-¿Recuerdan a las Bratz? Esas muñecas de labios operados y de ojos grandes, fue la sensación para todas las niñas, casi nos vamos a la banca rota por ellas de no ser porque las sacamos del mercado.

Todos sabían esa oscura época donde la empresa estaba en la desesperación total porque su competencia era muy fuerte, tanto como para quitar a la muñeca Barbie del mercado.

-Luego están las Monster High, esas muñecas tipo mounstro, ¿Que tienen tan especial tener una muñeca mujer lobo?

SeungCheol miro indiferente, todos hablaban quejándose de la competencia pero nadie daba ideas.

-Aún así- está vez fue su jefe quien hablo-. Gracias a nuestro especial personal hemos tirado toda esa competencia y seguimos en la sima pero, no debemos bajar la guardia, salido una nueva muñeca que está arrasando en vendas, lo cual las ventas de nuestra muñeca ha disminuido bastante haciendo que nuestro presupuesto baje, con la llegada de las muñecas Disney las niñas solo quieren ese tipo de muñecas, ahora... ¿Tienen alguna propuesta para que nuestra muñeca mejore?

Los hombres que se miraron unos a otros, no sabían que hacer ya que habían mejorado tanto a la muñeca que no sabían ahora que proponer, típico de ellos, todos hablaban y ninguno daba un proposición.
Seungcheol pensó en su proyecto pero sabía que aún no estaría listo, así que se le ocurrió una idea.

-Opino que sería lo ideal hacer que la muñeca Barbie cambie su color de cabello cuando la este peinando sería una buena idea, también podríamos volver a sacar a relucir la tematica de las princesas.

-Si es una idea buena, podría considerarla.- al jefe parecía gustarle la idea aunque la idea no era lo que le gustaba tanto al jefe.-Bueno, eso es todo, la junta la doy por finalizada.

La reunión había sido más de tres horas sobre la nueva competencia, algo que siempre era común a veces hablaban sobre las competencias, otras veces solo se enfocaban sobre la muñeca, SeungCheol salió de la sala de reuniones algo agobiado, escuchar quejas y quejas de los inversores, tanto de su jefe como de algunos trabajadores importantes le era sumamente agotador, iba a irse otra vez a trabajar de no ser por una mano atrajo su muñeca haciendo que su mirada se situará al agarre.

-Joven Choi, sígame por favor.

-Si, jefe.

El agarre pronto se aflojó, SeungCheol se quedó un momento mirando la ligera marca de los dedos que había pintado su tersa piel, sin hacerle perder tiempo a su jefe lo siguió hasta su oficina.
Dentro de aquella oscura oficina repleta de muñecas Barbies, su jefe hizo un ademán para que tomará asiento.

-¿Desea algo mi señor?

Su jefe se acercó a el, estaba atrapado sobre aquella silla y la anatomía de ese hombre, sus ojos azulados lo miraban tan profundo que sentía el miedo recorrer su piel-. Usted más que nadie debe saber lo, SeungCheol.

-Yo...-La presencia ajena lo hacía sentirse nervioso, su manzana de Adán se movió por un momento al pasar saliva-. La verdad no lo sé.

Lee río un poco, le fascinaba cuando su pequeño empleado se hacía el inocente, sentó en su escritorio dejando en paz por un momento a SeungCheol haciendo que aquel recobrase el aliento.

-Me refiero a aquel experimento, ¿Cómo va todo con eso?

-Sobre eso... Si va todo bien ya las cosas están mejorando tiene grandes avances.

-Es bueno escuchar eso Choi-Otra vez estaba tan cerca de el, podía oler su colina tan perfecta relucir del muchacho, sus dedos tomaron posesión sobre su cuello tirando de aquel para que le observase, esos ojos profundos tintineaban de miedo y a Lee le fascinaba-.Sabe que si esto falla usted sufrirá las consecuencias.

SeungCheol trato duro asintiendo nervioso, sentía que le faltaba otra vez el aire, el agarre era fuerte que juraba no respirar pero, poco a poco se fue aflojando.

-Tenga por asegurado que no se decepcionará, mi Señor.

-Eso espero, bueno puede retirarse.

Sin más había sido liberado de su jefe, el ardor se sentía en su cuello que simplemente acaricio aquella zona, sin decir alguna sola palabra se retiró de la oficina con demasiadas emociones que revolvían su estómago.

"Libertad".

 𝐸𝑥𝑝𝑒𝑟𝑖𝑚𝑒𝑛𝑡. Where stories live. Discover now