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El día que menos esperaba llegó, el estómago se le revolvía, la boca le sabía amarga, se pregunta así mismo si lo que hace era lo correcto o no, se mira una y otra vez en el espejo, las ojeras muy apenas se le notan, son evidencia del insomnio que le ha provocado el no poder dormir por sus tormentos, el cabello cenizo estaba un poco maltratado, pero nada se podía arreglar con un poco de crema para el cabello.
Los peino hacia atrás dejando su frente descubierta, las zonas de las ojeras las maquillo ligeramente que no se notaba el cansancio de las noches sin dormir, se acomodo la corbata recordando como su padre solía enseñarle cuando apenas tenia diez años, eran recuerdos que atesoraba tanto en su corazón.

Antes de haber pecado.

El pecado lo atormenta, se nota en su mirada, todo lo que tuvo que pasar para tener la vida que tiene ahora, mira sobre el reflejo del espejo a su hermana, ella jugando con la nueva colección de barbie sin saber las culpas que su hermano mayor estaba pagando, no, nadie debía enterarse, nadie debía saber lo que pasaba por su mente.

Su mayor secreto se lo llevaría a la tumba.

¿Me veo bien?

Le pregunto a su hermana una vez se ha terminado de arreglarse, la pequeña niña alzó su pulgar en signo de aprobación y el solo sonrió.

–Te pareces al novio de barbie.

Seungcheol río por el comentario inocente de su hermana,  le dio un pequeño beso en la frente y guardo su billetera en el bolsillo de su pantalón.

–Ahora solo me falta conseguirme a mi muñeca barbie, te portas bien, no te duermas tan tarde, llegando a casa miraremos todo un maratón de las películas de barbie, ¿Si?

–¡Si! ¡Primero veremos barbie y el cascanueces y después barbie moda mágica en París!

–Si mi niña, pero te portas bien, regresare pronto, te lo prometo. Se la encargo mucho, no la deje sola por favor.

La señora Min le dijo que se fuera sin preocupaciones,  que ella cuidaría muy bien de su hermana, el sabe que ella estará bien, pero, aún así le advierte a su hermanita que si algo pasa llamara al número de emergencias que tenían. Una vez dada las indicaciones para que todo saliera bien, se guardo en el bolsillo de su camisa las pastillas que lo han ayudado a no tener esos ataques. Jihoon se encontraba afuera de su hogar, apoyado sobre aquel lujoso auto deportivo color negro, era la última generación de esos vehículos,  se notaba que era nuevo por el brillante color reflejaba su rostro, ni con su sueldo lograría comprar in auto como ese, una vez más Jihoon lograba sorprenderlo, no era demás decir que se veía tan galante en ese día.

–¿Hace cuanto lo adquirió?
Pregunto con cierta curiosidad, las veces que ha llegado a coincidir con su jefe en la hora de llegada no lo ha visto usar ese flamante auto.

Jihoon sonrió acariciando con lentitud el techo del auto,apenas un ligero roce daba sus dedos para no maltratar su preciado juguete.
–Hace unos días, justo ayer decidí darme una vuelta en el, tiene una gran potencia y sus caballos.... es una maravilla, ¿Te gusta? Puedo darte uno, sabes muy bien que yo puedo darte todo lo que desees.

Seungcheol sonrió con cierta incomodidad que no se vio reflejada en su rostro, se arrepiente ahora mismo el estar ahí, no puede ahora escapar,  conoce el temperamento de su jefe y solo deja escapar una risa.
–Su auto es muy lindo, cuídalo muy bien, hay personas egoístas en este mundo que destruyen todo lo bonito.

Ambos rieron, SeungCheol al buscar no sentir tanta la tensión se imagino a su pequeño proyecto que lo esperaba en su laboratorio.

–Sube, falta poco para el show.

 𝐸𝑥𝑝𝑒𝑟𝑖𝑚𝑒𝑛𝑡. Where stories live. Discover now