FRDZ: Friendzone |J.Jungkook

41.•El final de todo•.

Y ahora con YeBin y EunTaek el grupo comenzaba a agrandarse. Sabía que tomaría un poco de tiempo hasta que confíe en ellos plenamente, pero el saber que finalmente estaba saliendo de ese temor a la amistad falsa y me abría a la posibilidad de hacer nuevas amistades me tranquilizaba. Pues, quizás todo podía resultar mal, nunca se sabe, pero al menos sabía que lo intenté. No fui presa del temor y salí adelante.

―¿Vendrás conmigo a la biblioteca? ―pregunté cuando nos detuvimos frente al pasillo que conducía hacia allá. Ella quitó su brazo de mis hombros cuando dirigió su mirada a la salida y negó levemente.

―Acompañaré a Yoongi a su entrevista con el entrenador del equipo de básquet del club deportivo de Seúl―informó.

―¿¡Era hoy!? ―exclamé sorprendida. No quería admitir que lo había olvidado por completo, en realidad, desde que a Yoongi le había llegado la oferta había estado comentándola siempre que podía. Es solo que, con la cantidad de sucesos recientes, había pasado por alto que sería hoy la famosa entrevista. 

―Sí y no te haces una idea de lo nerviosa que estoy―Confesó, llevándose una mano a su abdomen―Se me revuelve el estómago de solo pensarlo, es una gran oportunidad para él.

Puse ambas manos sobre sus hombros y la acerqué a mí para poder abrazarla con firmeza, sin embargo, en un intento por liberar su tensión, SeoYeon me abrazó con tanta fuerza que no pude evitar toser cuando abrí mi boca.

―¡Animo!― le susurré cerca del oído con confianza―No hay forma alguna de que no lo tomen para el equipo.

―Gracias―murmuró y se separó levemente de mí. Carraspeó su garganta y, aunque su mirada sonría e irradiaba felicidad, hizo el esfuerzo de verme seriamente―Escucha niña, no me importa que tan enamorada y despistada puedas estar, así como te olvides de la reunión de mañana... juro que te arrepentirás.

Murmuré un "no te preocupes" y entonces ella se dio media vuelta para marcharse rumbo a aquella entrevista, con una sonrisa firme en su rostro y unas manos temblorosas. Podía entenderla a la perfección, incluso yo me sentía ansiosa por el resultado del entrenador. Para Yoongi, ser aceptado significaba que le permitirían mudarse al complejo habitacional masculino del club y de esa forma podría alejarse de todos los problemas que le traía vivir con sus tíos y tener que estar rodeado de las influencias de sus primos. Sabía muy poco de la situación en la que él tenía que vivir, SeoYeon había estado dispuesta a contármelo, pero la detuve porque sentía que eso era algo que él debía contarme cuando estuviese listo. Eran sus problemas y no quería que se viese obligado a hablar de ellos si no se sentía cómodo.

Lo único que sabía era que el infierno se veía bonito comparado con aquella casa. 

Entré con cuidado a la biblioteca y fui directamente hacía los grandes pasillos repletos de estantes, luego de tomar varios libros de referencia sobre la lectura que estábamos trabajando este periodo, tomé asiento en una de las mesas generales. Aún tenía alrededor de una hora hasta que Jungkook saliera de sus clases, por lo que pensaba adelantar mis trabajos todo lo que pudiese. O al menos esos eran mis planes originales, hasta que vi a EunTaek sentado en la mesa de adelante. Sin pensarlo dos veces, tomé las cosas que acababa de desparramar sobre la mesa para poder tomar asiento en el espacio libre que había frente a él.

―¡Hey! ―saludó en el momento en el que subió la mirada de su libro. Su sonrisa parecía resplandecer con la luz del sol bañando su rostro. Rápidamente comenzó a ordenar sus libros de manera tal en la que ambos pudimos acomodar nuestras cosas sin molestarnos.

Le devolví la sonrisa con simpatía.

―No sabía que también vendrías aquí, te hubiese acompañado―comenté.