FRDZ: Friendzone |J.Jungkook

35.•El jardin sin retorno•.

[⚠️]: Lean esto con The Truth Untold (en multimedia) de fondo, las referencias son especiales. ADEMÁS necesito que tengan en cuenta que HyeMin escribió esto al final del capítulo 23 así que mucho de lo que está escrito a continuación tiene que ver con lo sucedido en ese capítulo.
Pd: lean la nota al final.

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Universidad Nacional de Corea del Sur.
Departamento de letras.
Estudiante N°: 134340.
Park HyeMin.

El jardín de las mentiras:

En la cima de una montaña fría y húmeda, alejada de la ciudad y rodeada por lagos contaminados y congelados había un gran castillo, con grandes muros de piedras oscuras que se alzaban por lo alto, intimidantes y tenebrosos, rodeado de extensos jardines muertos cuyo único fruto eran espinas y rosas de un rojo tan intenso como la sangre seca, imposibilitando la entrada a este.

O la huida.

De la misma manera en la que las espinas protegen a una delicada rosa, yo fui encerrada en aquel castillo olvidado por todos. Me abandonaron en nombre de una protección falsa que no hacía más que aislarme día a día de la realidad que se podía observar por el horizonte.

Un horizonte tapado por las espinas de aquel jardín.

Estaba tan desesperada siendo consumida por la soledad que me rodeaba que, cuando un jardinero tocó a mi puerta, no pude evitar invitarlo a pasar. Invitarlo a mi vida.

¿Qué era esta nueva sensación? Había estado tanto tiempo sin la compañía de alguien que incluso había olvidado el tono de mi voz, el sonido de una risa y el latido de mi corazón recordándome que seguía viva. Que la soledad aun no me había tomado del todo.

Lo convertí en el centro de mi mundo sin darme cuenta de que el trabajo de un jardinero es mantener un jardín en perfecto estado. Ignoré el hecho de que mi única compañía en este solitario castillo se dedicaba a mantener esas espinas que tanto me lastimaban, agregando más mentiras al jardín de manera tal que un día estas simplemente taparon la luz del sol.

Pero, estaba bien, ¿Verdad? Si la única persona que tenía en mi vida me ocultaba el horizonte, el sol y las estrellas quiere decir que me está cuidando, que no desea que me lastime con la verdad.

¿Pero que era esta sangre que me quemaba cada vez que me lastimaba con una espina? Si esto era una verdad, no la quería. Dolía.

La soledad también da sus frutos y son tan amargos como las mentiras que salían de sus labios. Dulces al principio y venenosas al final.

Un día, mientras observaba en silencio el jardín a través de mi ventana, un rayo de sol golpeó mi rostro. Estaba tan acostumbrada a la oscuridad que aquel poco de luz fue lo suficientemente fuerte como para cegarme y quemar mis pupilas. Entonces, cuando finalmente logré recuperarme, lo vi escondido entre las espinas, haciéndose paso con un gran filo, cortando y despejando todo a su camino.

"¿Cuál es tu nombre? ¿Tienes un lugar a donde ir?" murmuré luego de bajar las escaleras y correr hacía la entrada principal.

Era un simple podador que se había perdido de camino a casa de su amada y, aunque sus intenciones fueron claras desde un principio, no pude evitar que mi corazón saltara de alegría al verlo. Porque era precioso y apuesto y, sobre todo, porque era la primera persona que me había mostrado un rayo de luz dentro de tanta oscuridad.

Un poquito de esperanza.

Entonces me puse una máscara para ocultarme de sus encantos. Le di un techo y comida, lo ayudé en su camino de regreso a su amada porque temía que, de no ayudarlo, se fuese de mi lado. Y aun así, en esas noches donde él me hablaba de su amada hasta quedarse dormido yo me rompía un poco más.