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| chapter two |

— ¿Me puedes decir qué eres?

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— ¿Me puedes decir qué eres?

La voz de Derek hizo que diera un brinco. El jeep había estado en silencio y de pronto habló, con voz fuerte y dura. Me miraba a través del espejo retrovisor, con esos ojos verdes que parecía que cargaban dolor e incluso furia y eso me dio un poco de miedo.

— ¿Acaso la herida de bala te ha hecho estúpido?— ironizó Stiles—. Es una chica ¿no ves?

Derek volteó el rostro hacia Stiles, el cual tragó duro al ver la dureza del rostro del pelinegro.

Preferí responder algo antes de que Derek le diera un puñetazo a Stiles en la cara.

— En realidad no sé a qué te refieres... Derek— suspiré un poco, me sentía bien al decir su nombre.

— Sé que no eres humana— está vez Derek volteó para mirarme mejor—. Tienes un olor distinto, escuchas bastante bien a grandes distancias ¿o me equivoco?

— Y tengo un olfato muy agudo— agregué.

Levantó una ceja con curiosidad.

— Sí, lo sé, es muy raro pero ya lo había notado, me pasa desde que soy una niña.

— ¿A qué edad?

— ¿6 años? No lo recuerdo muy bien.

— ¿Por qué?

— Estuve muy enferma por muchos meses. Cuando salí del hospital, comencé con todas esas cosas.

— ¿Cuánto tiempo estuviste en el hospital?— inquirió Stiles con curiosidad.

— Casi 5 meses...

— ¿Qué te sucedió para estar tanto tiempo internada?— ahora Stiles parecía tener el control del "interrogatorio", hasta que Derek lo interrumpió.

— Basta Stiles, tú sigue manejando y cierra tu bocota— vaya que era rudo.

— ¡Qué! ¿Acaso no fue una buena pregunta?— se defendió Stiles.

— Lo fue— respondí—. ¿Puedo contestar a eso?— le pregunté a Derek.

No parecía muy convencido pero al final asintió.

— Digamos que cuando tenía 5 años, algo o alguien me atacó. En realidad fue un grupo pero solo uno me... — ¿debía decírselo? ¿Podían confiar en él contándole sobre la realidad de mi ataque?

— Mordió— terminó la frase Derek. No era pregunta, parecía estar completamente seguro de lo que decía—. ¿Y después que pasó?

— Bueno, mis papás me llevaron a un hospital pero nadie se explicaba qué me había pasado. Estuve en un tipo coma hasta que un día, una enfermera me hizo una transfusión de sangre, que no me correspondía, pero que logró despertarme...

— Espera, espera, ¿estás diciendo que saliste del coma por una unidad de sangre?— Stiles estaba confundido.

Y no sabía lo que quería decirme la mirada de Derek.

— Sí, pero hay algo más que nadie sabe y que yo investigué por mi cuenta.

Yo y mi boca floja, ¿por qué parecía que tenía la necesidad de decírselos? Era como si supiera que ellos me ayudarían.

— Explícate— Derek daba órdenes a pesar del dolor por la herida de bala. Y a decir verdad ya empezaba a oler a ¿muerto?

— La transfusión de sangre que me hicieron estaba infectada de VIH...

— ¿QUÉ?— tanto Derek como Stiles gritaron.

— Lo que sea que haya contraído de esa mordida, fue atacado por el virus que contenía la sangre— y pensé agregar algo más al ver el rostro de Stiles—. Y ya me hice muchos estudios y no tengo el VIH, parece como si mi cuerpo lo hubiera expulsado...

— Todo tiene sentido— comenzó a hablar Derek, con la mirada perdida—. El VIH no ataca como los demás virus así que cuando entró a tu cuerpo, este atacó al virus de la licantropía sin ningún esfuerzo...

— Un momento— lo interrumpí, colocando mi mano sobre su hombro—. ¿Dijiste virus de la licantropía?

¿Estaba alucinando? Creo que Scott debería apurarse para curarlo o seguiría delirando.

— Sí eso dijo— miré a Stiles asombrada, entonces eso ¿era real?

— Eso quiere decir que yo fui mordida por...

— Un hombre lobo.

— ¿Por qué lo dices tan seguro? ¿crees en eso, Derek?

— ¿Tú no?— enarcó una ceja.

— Sinceramente, ya no sé en qué creer...

— Deberías creerle y más si te mira de esa manera— señaló Stiles a Derek.

De pronto algo hizo click en mi cerebro y todas las piezas se unieron.

— Tú eres un hombre lobo— afirmé, mirando a Derek. Cuando me di cuenta de mis palabras, cubrí mi boca con mis manos.

— Bastante lista para mi gusto, serás una excelente mujer loba.

Y, después de eso, Derek sonrió de una manera que jamás creí ver en mi vida...

Y, después de eso, Derek sonrió de una manera que jamás creí ver en mi vida

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Esencia de loboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora