Capítulo 43: Banshee

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Danny:

Con una toalla atada a la cintura y el dorso húmedo abandono el baño.

— ¿Por qué tanta demora?—preguntó Jack.

—Eh...—no sé cómo decírselo. Una vez de abrazar a Nick y luego de abrir los ojos estaba nuevamente en el baño—, otra visión—el asintió y continuó tecleando algo en su teléfono.

Tomé un bóxer, una camiseta blanca con manchas rojas como decorativo, una bermuda con un estampado militar, una medias grises y mi par de tenis negros.

— ¿Vas a salir?—preguntó Jack detallando la vestimenta que traía puesta.

—Sí, antes de esta noche necesito tener mis habilidades afinadas. Sabes que no podré estar todo la noche en el baile, así que debes llevar compañía—enuncio antes de abandonar el cuarto con una mochila a mis espaldas—, volveré a las seis, lo prometo—digo antes de cerrar la puerta tras de mí.

El día está nublado, el aire que corre es frío y el tránsito de personas es poco, la mayoría deben estar en sus casas o trabajos, quizás viajando o haciendo algo productivo con sus vidas.
Camino por la acera atento a los sonidos de mí alrededor, por mi mente pasan escenarios de muerte, los suelos repletos de cadáveres y una dura decisión. Elegir una pareja.

Los libros, antiguas leyendas y mitos de internet relatan sobre el poder de la luna de sangre sobre los hombres lobo y vampiros, a los primeros los incita a contraer algún acto sexual, ahora imaginen que encontraron a su pareja, pero está aún no se decide. Entrarán en un frenesí por estar con él o ella.
El festival de la luna de sangre es el mejor momento para contraer intimidad, ya que la diosa lunar podría bendecir una nueva vida y esa nueva generación será más fuerte y saludable. Pero todo esto es algo inquietante, de alguna forma puedo albergar vida dentro de mi vientre, claro, si soy, por decirlo así, fecundado por un hombre lobo. Lo que significa que si elijo a alguien e íntimo con ese alguien puedo engendrar vida, pero a un alto costo.

Los videntes al estar malditos podemos transmitir esa maldición a nuestros hijos. Aquí se crearía una nueva raza, una que mezcla sangre de un hombre lobo y un vidente. Una raza posiblemente poderosa, pero inestable en sus emociones.
Mi corazón se agita con rapidez, en pocas horas una masacre comenzará y en mis manos esta detenerla o posponer.

Al volver a la realidad puedo percatarme de que estoy en un bosque, está todo tranquilo, pero un grito ensordecedor rasga el aire. Un árbol cae hacia mí, por lo que me arrojo hacia uno de sus costados evitando el impacto. Una mujer de cabello rojo, ojos grandes y verdes me observa, su vestimenta es muy primitiva.
Ella alza sus brazos en mi dirección, observo que separa levemente sus labios, se lo que hará. Gritar. Es una Banshee.

Ahhhhhhh—las ondas de sonido se dirigen hacia mí. Al impactar mi cuerpo me levantan por el aire haciendo que impacte contra un árbol. Mi espalda duele. Es fuerte. Demasiado.

Me incorporo, al caminar me tambaleo un poco. Ella sonríe y alza nuevamente sus brazos hacia mí, mis ojos cambian y alzo mi brazo derecha hacia ella. De su garganta un alarido de dolor sale, mis piernas tiemblan, caigo sobre mis rodillas y ella igual.

En mi cabeza escucho miles de voces, una melodía resuena, una melodía macabra. Algo escurre de mis oídos. Sangre.
La cabeza palpita, los músculos duelen. Ella llora de dolor, estoy en ese mismo estado, pero ninguno piensa detenerse, de hacerlo estará perdido.
De su boca sale sangre, baja ambos brazos y expulsa un líquido negro. El dolor en mi cabeza aumenta al punto de hacerme gritar. Ella ríe, ligeramente para luego volverse algo escandalosa.

—Eres fuerte, pero no lo suficiente—se incorporó—. Si apenas soportas unos susurros, no me imagino si escucharas los lamentos del Darack. Eh escuchado que son insoportables, nadie ha sobrevivido para contarlo, espero que tú seas la excepción.

Me levanto con dificultad, sostenerme en dos extremidades resulta tedioso, mi campo de visión es borroso, pero aun así logró distinguir a la Banshee, elevó un brazo hacia ella y escucho un grito agudo de dolor. En mi mente puedo ver su muerte, será asesinada por sus propios poderes, la luna de sangre los potenciará y su cuerpo no lo soportara. Una muerte dolorosa, demasiado dolorosa.

—Creo que es patético morir por culpa de tus propias habilidades—mi voz es débil, apenas logró emitir una que otra palabra.

—Parece que me equivoque contigo, eres fuerte...—su hora de morir se acerca—. Recuerda que tus habilidades están ligadas a tus emociones... Si no estás seguro de a quién elegir, cambia tu futuro y el de ellos cambiará automáticamente... No estás solo, aún existe uno de ojos azules—esas fueron sus últimas palabras.

''No estás solo... Nadie nunca está solo'' 

[3/5]

Videns ©  ||En edición||Where stories live. Discover now