Pensamientos

85 11 6
                                    

—¿Por qué nunca me lo dijiste?

Después del largo silencio que se formó después de su relato, la voz de WooHyun se escuchó como un susurro, lejana e incapaz de llegar a él, al menos no hasta que sintió su mano sosteniendo la propia, haciéndolo regresar en sí mismo.

—Vergüenza.

Reconoció que quizás sus palabras no habían sido las adecuadas cuando notó la manera en la que Nam fruncía el ceño, negando un par de veces mientras levantaba la voz en un tono que notablemente era para regañarlo.

  —No tiene nada de malo que te guste alguien de tu mismo género, no debes sentir vergüenza por eso.

Aunque el sentirse regañado por eso dolió un poco, una sonrisa finalmente se dibujó casi invisible sobre sus labios, porque el saber que al menos no sería juzgado por ello fue algo que lo alivió sobremanera. 

  —Eso no me da vergüenza, sino el que me hayan engañado...que en tu primera relación te sean infiel es vergonzoso, y la razón por la cual ocurrió me hace sentir extraño, el hecho de que un hombre de nuestra edad sea tan cuidadoso con su primera vez es algo un poco penoso.

  —Entonces ambos somos penosos, o simplemente, cuidamos un momento que creemos debe ser importante. 

Era aquella dulzura en su mirada, su voz que era capaz de calmar todos sus miedos en cuestión de segundos, su simple compañía que hacía que su mundo se volviera menos solitario, era todo eso lo que lograba hacerlo sonreír, y aunque fuera algo lejano que no lograría tener más que en sueños, de él no se arrepentía ni un segundo de amarlo como lo hacía.










—Ya tardaron demasiado, debo ir a buscarlos.

—Debes darles privacidad ¿a ti te gustarían que te interrumpan mientras estás con tu esposa?

SungKyu sólo frunció el ceño mientras fulminaba con la mirada a SungYeol, tratando de ignorar como el más alto le colocaba el brazo sobre los hombros para asegurarse de que no fuera corriendo detrás de MyungSoo y WooHyun, quienes después de una hora parecían no tener intención alguna de regresar a la reunión, aunque realmente no se perdían de nada. 

El ambiente tenso había abandonado la sala y de ellos él era el único que seguía pensando en los desaparecidos, mientras Jiyeon, HoWon y SungYeol rápidamente habían comenzado a hacer una lista de todo aquello que faltaba para el gran día de la esperada boda, ordenando todo en orden de importancia y desglosando cada punto para una mejor explicación de las responsabilidades de cada quien, explicaciones que realmente no le interesaban.

¿Por qué tenía que ayudar en esa farsa?

Porque para el mayor de los Kim aquel matrimonio no era más que una mentira, un compromiso que no era más que un juego que esas familias ricas realizaban y en el cual, MiJoo y WooHyun eran los muñecos. Su comparación podía resultar cruel pero era la realidad, porque algo como el matrimonio y compartir tu vida con alguien debía ser algo importante, y para él siempre había sido claro que para ninguno de ellos realmente lo era.  

EunJi había sido la mujer que le había robado el corazón después de muchos desacuerdos entre ambos, de peleas tontas y malentendidos que en el presente eran solo memorias que los hacían más unidos; él daría todo por ella, y ella había dado todo para estar con él, se apoyaban y escuchaban, y compartían sus sueños, ¿qué no debía de ser así un matrimonio? Era lo que había visto con sus padres, era lo que él mismo vivía ahora y era lo mismo que deseaba para su amigo. 

¿Por qué todo debía ser tan diferente? 

Era aquello lo que lo hacía enojar, sentirse impotente y con ganas de golpear a Nam por seguir con algo que era obvio no deseaba, pero parecía serle imposible de rechazar a pesar de que continuar con todo lastimaría a más de una persona. 












  —Ha sido demasiado tiempo, supongo que iré a buscarlos.

Caos, fue lo único que cruzó por la mente de SungKyu al ver como HoWon se levantaba de su asiento para dirigirse a la salida, porque aunque era la primera vez que lo veía algo en él le gritaba que debía mantenerlo lejos de su hermano menor, algo que no logró hacer a tiempo por la culpa de Lee, que se aferró a él para detenerlo.

—Quizás sea lo que necesitan ¿no lo crees? 

El susurro de SungYeol lo tomó desprevenido por el tono serio que nunca antes había escuchado en el amigo de su hermano, uno completamente diferente al despreocupado y juguetón que solía usar. Ambos se quedaron tranquilos, observando el ventanal que dejaba entrever el jardín, al igual que Jiyeon, que con un pesado suspiro continuó organizando sus deberes. 








Quizás sería una mentira a medias el decir que HoWon estaba nervioso, porque eran más bien las ansias de verlo lo que en realidad ocupaba su mente en ese momento, eran las ganas de cruzar su mirada de nuevo con la suya lo que lo animaba a continuar con cada paso que con prisa, lo acercaban más y más a él.

Arrepentirse era algo que no podía hacer por completo, pero sus acciones del pasado tampoco eran algo que lo hicieran sentirse orgulloso, menos cuando habían sido el detonante de perder el contacto con quizás la única persona que podría darle color a su vida en aquel momento. 

El ver de nuevo a MyungSoo después de tanto tiempo había movido recuerdos y sentimientos que en su momento no creyó que pudiera sentir con tanta potencia, con tanta intensidad que el mantenerse concentrado en su trabajo había resultado difícil, más difícil de lo que ya de por sí era. 

No podría huir de él por siempre, y si el destino los había juntado nuevamente, debía existir una razón. 

  —MyungSoo...

Sus ojos, profundos, volviendo a cruzarse con los propios lo hizo estremecer por un instante que le resultó eterno, un instante en el que pareció que solo existían ellos, uno que desapareció en un segundo gracias al puñetazo que WooHyun le dio en el rostro, con aquella expresión llena de resentimiento que jamás creyó ver en su primo. 

To już koniec opublikowanych części.

⏰ Ostatnio Aktualizowane: Sep 24, 2018 ⏰

Dodaj to dzieło do Biblioteki, aby dostawać powiadomienia o nowych częściach!

Always coming back Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz