Damon Grey #3 (Saga Sombras, Grey)

Capítulo 48 || Aquí mando yo

Phoebe Grey

—¿A dónde vas tan temprano? —Me detengo abruptamente al bajar el último peldaño de la escalera.

Miro a mamá con la princesa en brazos. Su mirada juega a hurgar en mis ojos y me inquieta.

—Tengo algo importante que hacer. —Se mantiene impasible.

Detesto que mamá adquiera la personalidad de papá. Esa mirada intensa logra intimidarme realmente.

—¿Sin desayunar? —pregunta, dejando ver su molestia por ese hecho—. ¿Debo recordarte por qué no puedes saltarte las comidas?

Inhalo profundamente. 

Fue un shock recibir las palabras afirmativas de mamá a mi condición. El aire abandonó por completo mi sistema al punto de desmayarme llamando la atención de todos, principalmente la de papá y Christopher que se veían sumamente alterados.

Al despertar tenía frente a mí a Liss y mamá que me veían preocupadas. Intenté hablar, hacerle comprender cómo sucedió todo, pero las palabras quedaron ahogadas en los sollozos que me impedían hasta respirar. Todo el dolor por perder a mi gigante se mezcló con el miedo, el pánico a la reacción de aquella mujer que hasta ese momento me veía como su pequeña.

No me juzgó, no exigió una explicación, no me gritó ni mostró signo de enojo o decepción, simplemente me estrechó entre sus cálidos brazos y me susurró palabras tiernas y suaves que poco a poco fueron calmando mi cuerpo tembloroso.

Lloró, lloró de felicidad sorprendiendo a la melliza de Damon y a mí. La felicidad que experimentaron sus ojos era sin duda difícil de ocultar, le emociona ser abuela sin importar el tiempo. Como madre comprende que soy adulta, tengo veinte años, próximo a veintiuno y si mi deseo es ser madre tan temprano ella lo aceptaría sin cuestionarme.

Ame esa faceta comprensiva. Anastasia Grey es una caja de sorpresa que deja a ver porque papá la ama más allá de su propia cordura.

Por increíble que parezca mamá decidió excluir a toda la familia de mi situación, principalmente a papá con quien tiene un acuerdo de sinceridad que en estos momentos está faltando.

Le hablé de nuestro temor a confesarle a la familia, del problema emocional que experimenta Damon sobre la paternidad y el temor a lo nuevo. Sé que Angelique implica cuidados, entre todos atendemos a la pequeña sin rechistar ya que se ha ganado el corazón de todos, pero algo totalmente diferente es convertirme en madre. Nada me prepara para esto, los cambios de mi cuerpo, el radical cambio a mi vida que cobrará un nuevo sentido al depender de mi por completo una vida.

—Estaré bien, te lo prometo. En el camino pasaré a comer algo. —Suspira profundamente antes de acercarse.

—Princesa, no quiero que le pase nada al bebé o a ti. Debes cuidarte mucho, las comidas ayudan a la formación de ese pequeño. —Asiento sonriendo, porque a pesar de ser una futura madre, todavía me ve como su pequeña.

—Lo sé y quiero que esté bien. Fui sincera cuando te dije que amo a este bebé más que nada en el mundo. —Sonríe ampliamente.

—Has crecido tanto, mi amor. Vas a experimentar la mejor etapa de una mujer. — Corto el espacio besando su mejilla.

—Si y tendré a una excelente guía en todo este proceso. —La miro directo a los ojos. —Te amo, mamá. Gracias por apoyarme. —Niega.

—Es mi deber, ahora ve y habla con ese cavernícola. —Ay, Dios, sabe que iré a verlo. ¿Tan obvia soy? —Déjale saber que, si te hace llorar, quien estará nuevamente frente a él seré yo y para nada contenta. —Sonrío.