Capítulo 46 || Tío

3.5K 390 43
                                    



—¡Damon, espera! —Me detengo abruptamente al escuchar la voz alta y demandante de mamá.

Inhalo y exhalo frenéticamente buscando apaciguar la angustia que se esparce por mi estómago. Trago saliva con dificultad desatando el nudo de mi garganta, pero nuevamente se instala cortándome el aire.

Es una sensación extraña, jamás había sentido que mis piernas me llevarían al suelo, que mi pecho doliera al punto de impedirme hablar, respirar e incluso pensar.

—Ahora no, mamá. —Mi voz es totalmente irreconocible.

Quebrada, ronca, temblorosa. El dolor, la angustia, los celos me están matando lentamente. Lucho por sostener esa barrera de control, pero se me está haciendo imposible, quiero gritar, golpear todo, incluso llorar y no puedo controlarlo.

—Háblame, cariño.

Su voz es como la de aquel niño que cuidó desde pequeño. Es el mismo tono tierno que usaba para consolarme cuando me caía, sacaba una mala nota, aunque me haya esforzado, o cuando perdía un partido donde volcaba todas mis energías.

Recargo mi frente en el capo de mi auto. Todo mi sistema está alterado.

Siento su mano en mi espalda. Su tacto siempre logra apaciguarme. Mamá tienen un efecto sobre todos impresionante, es efectivamente un calmante, logra evaporar la tensión, angustia; su voz te relaja, su timbre suave y dulce es como una melodía que te tranquiliza.

—¿Por qué, mamá? —pregunto en medio de la oscuridad que cubren mis ojos—. ¿Por qué ella? —Escucho su suspiro.

—Dame la llave del auto, Damon y lo hablaremos. —Levanto la cabeza para verla junto a mí. Miro sus ojos que me observan con temor. —Cariño, entrégame la llave. —Me extiende su mano.

—Necesito alejarme, mamá. —Niega con la cabeza. —Sí, mamá. En estos momentos quiero golpear todo, no podría controlarme, no quiero dañarla.

—No lo harás, la amas. —Escuchar eso último duele. —Entrégame la llave y hablemos, Damon. Igual no pasarás la puerta de metal, tu padre te ha impedido la salida. —En otro momento me molestaría, e incluso me burlaría de su estrategia, pero ahora lo único que hago es hacer lo que dice, sintiéndome derrotado, vacío, traicionado y con un dolor lacerante en el pecho que a cada segundo se me hace difícil soportar.

—Me traicionó —digo, mi mente me lleva a ese momento—. Lo esperé de cualquiera, mamá, menos de ella. ¡La amo con mi maldita vida!

Sus ojos se cristalizan.

—Esto tiene una explicación, cariño. Tienes que escucharla, dejar que te explique todo, ambos lo merecen. —Niego frenéticamente.

—No necesita explicación lo que vi. Nada puede justificar lo que mis propios ojos vieron. —Se acerca, levanta su mano y la pasa por mi mejilla limpiando las lágrimas que no sabía derramaba.

—Me duele verte de esta manera, Damon. Necesitan hablar, ella también está muy mal...

—Sus manos estaban en su cuello. Sus labios se movían sincronizados —susurro con dolor—. Parecían dos amantes que se conocían a la perfección, estaban tan... conectados.

—No, cariño. Phoebe te ama más que a nada. Todo fue un malentendido. —Sus ojos azules me miran cristalinos.

—¿Malentendido? ¿Cómo llega tu boca a la de otro? ¿Cómo tus manos lo aferran por error? —Intento, lucho por encontrarle un sentido erróneo sin hallarlo.

Damon Grey #3 (Saga Sombras, Grey)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora