Capítulo 16: El Plan Secreto

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Para el lunes mis heridas no habían sanado aún, el cuerpo me seguía doliendo y en la Academia me ausenté al entrenamiento. Durante todo el día sentí la mirada de Tiffany, estaba casi seguro que ya había ido a hablar basura de mí con todo el mundo. Becca, al parecer, había arreglado las cosas con Blanchard, ya que los dos estuvieron juntos durante el entrenamiento, podía verlos desde mi banca. Seguía siendo chocante para mi vista verlos juntos, Blanchard era tan vanidoso, no entiendo cómo Becca soporta estar con él.

Luego de que terminó el entrenamiento, mis amigos se reunieron y vinieron conmigo. A ellos también les había contado la historia de la bicicleta, la última vez que nos separamos fue por Erikson y si les contaba la verdad, volvería a pasar lo mismo.

—¿Tan fuerte te dio tu mamá con el cinto?—preguntó Bill en voz alta y varios de los que se estaban yendo de la sala de entrenamiento voltearon hacia mí y se rieron.

—Ya te dije que fue un accidente con la bicicleta—farfullé y le tiré su toalla—Sécate y cállate.

Bill tomó su toalla y se limpió el sudor que le caía de la cabeza. Becca se quedó mirándome con los brazos cruzados y los ojos entrecerrados.

—¿Cómo es que un accidente en bicicleta te dejó tan malherido? Entiendo que te hayas caído, pero parece que te hubieran arrastrado con un camión—dijo ella dudosa y Lucas rio torpemente.

—Fue por esquivar a una anciana, me choqué contra una pared y luego caí al suelo—expliqué encogiéndome de hombros

—Trata de no hacer más actos de caridad que ya me veo en tu funeral—dijo Lucas. Él y Bill comenzaron a reírse y yo los acompañé. Por otro lado, Becca y Noah se mandaron miradas acusadoras. Becca susurró algo que sólo ella escuchó y luego tomó sus cosas y se fue—¿Se enojó?

—No, sólo es Becca—respondió Bill indiferente—Seguro se fue con Blanchard, ahora se dan la manito para caminar. En vez de besarse se gruñen.

—Qué asco, no quiero escuchar eso—dijo Lucas escondiendo la cabeza entre las piernas.

Bill rio por lo bajo y se detuvo a mirar a Noah, que se había quedado muy serio luego de que tocaron el tema de la bicicleta.

—Sonríe un poco, hombre—le dijo Bill y se levantó del banco.

Lucas y Bill se despidieron y me quedé sólo con Noah. Apenas nos quedamos solos, él volteó hacia mí con mirada acusadora.

—¿Qué fue lo que te pasó?—me preguntó.

—¿Qué?—sonreí—Ya te lo dije.

Mi teléfono comenzó a vibrar en mi bolsillo, era Natalie con un mensaje para que fuera a su oficina ahora mismo.

—Natalie quiere que vaya a su oficina ¿nos vemos en el tren?—le comuniqué a Noah.

—Está bien—bufó.

Sentí un gran alivio al no tener que darle explicaciones a Noah, me iba a matar si se enteraba que nunca salí del caso y más aún cuando supiera lo que sucedió el sábado. Al llegar al piso de Natalie, la puerta estaba abierta.

—Buenas tardes, Dorothy—saludé a la secretaria y pasé derecho a la oficina de Natalie.

Ella me miró como si le estuviera tomando el pelo y en realidad era así, pero aunque sea podría fingir que le caía bien.

Natalie estaba sentada detrás de su escritorio leyendo el periódico con la noticia de la explosión.

—¿No te parece raro lo rápido que Patrick descubrió que la chica era una serpiente? Es más, Madeleine Murphy figuraba como un contacto de Shelby, ni siquiera se la relacionó con las serpientes—explicó Natalie cerrando el periódico para luego entrelazar sus dedos—¿Desde cuándo andas en bicicleta, Jackson?

JacksonWhere stories live. Discover now