Deshauciada

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Como dije anteriormente vivía en un departamento con mí hermano. Era dentro de todo grande, con una cocina-comedor, una habitación para los dos y un baño con bañera. Estaba bien, era lindo.
El problema era que no sentía que vivía ahí realmente, mí hermano es muy imponente con su idea de la limpieza y el orden de las cosas.
Llegaba de la facultad y por ahí había cambiado cosas sin consultarme, o había tirado todas mis cosas a mí cama (aunque lo admito, soy desordenada, me molestaba que no me diera mí espacio).
Después de todo vivimos juntos, podía haber caos en tanto orden, aveces dejaba aproposito las cosas solamente para verlo enloquecer.
Él no es malo, él es ordenado, yo no. Chocabamos en eso, después ni siquiera hablabamos, o solo de eventos diarios, nada en realidad importante.
Cuando empecé con los cortes y los problemas alimenticios él no sabía nada, yo lo oculté demasiado bien.
Una vez diagnosticada, él reaccionó con enojo hacia mí por un tiempo, no entendía como había sido capaz de mentirle (y un poco lo enojaba el no haberse dado cuenta él mismo). Pero cómo iba a saberlo, yo cursaba muchas horas y sino estaba estudiando, estaba "durmiendo". Él tiene sus cosas, "no me importa lo que hagas con tu vida" me dijo una vez, y yo sabía que no lo decía enserio, sabía que esas palabras en realidad querían decir "me importa pero no pude ayudarte ni darme cuenta, entonces estoy enojado porque te podría haber perdido". ¿Como lo sé? Es mi sangre.
"La sangre tira" diría mi papá, y es cierto.
Mí hermano no me entiende, aveces cuándo vuelve los fines de semana ni siquiera me dirije la palabra, veo como se me queda mirando mientras comemos, se nota que se pregunta cosas a él mismo o las afirma, no sé.
Antes se enojaba porque con mi papá no ayudabamos a mi mamá en nada (lo cual era cierto), ahora me siento tan culpable de estar enferma que limpio todos los días hasta quedar con la presión baja por la medicación. Mí terapeuta y mí psiquiatra me dijeron "es como una neumonía tenés que descansar, no limpiar y hacer cosas", ¿pero como no voy a ayudarla? La veo trabajar para mantenernos a mí y a mí hermano en La Plata junto con mí papá (que en ese momento estaba operado así que estaba de licencia médica), veo sus ojos cansados, su paciencia agotada por mí abuelo que depende totalmente de ella, cómo uno se puede quedar quieto. Yo lo hago aunque se me reviente el pecho del dolor, muchas veces lo he hecho llorando, pero es mí forma de decirle "te aprecio, gracias por ayudarme y quererme a pesar de ser un desastre."
Me siento una invitada en mí propia casa, y una que ya no cae bien, sino que estorba.
El otro día pude escuchar como hablaban del año que viene, mí mamá y mí hermano, sacándome totalmente de la foto, como si yo no fuera a recuperarme, como si no fuera a salir. Me dolió.
Ya no creo pertenecer a ningún lugar salvo mí cama.
No puedo tolerar entrar en la casa de mí abuelo sin que se me baje la presión y empiece a transpirar, porque antes estaba ella. Ahora no.
Aveces desde el patio creía verla todavía, quería verla, pero no está.
No soporto estar en ese lugar y de verdad lo lamento por mí abuelo que no tiene nada que ver pero ella significaba mucho para mí y es demasiado grande el nudo que me produce ese lugar.

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