The Midnight Chronicles Trilogy

CLAN ALDER: Capítulo III

—Michelle—Camila habló con dolor—. ¿Por qué nosotras? ¿Por qué en este tiempo tan terrible?

—No lo sé—fue sincera—, pero quizás simplemente es porque el tiempo es perfecto. Como humanos muchas veces no entendemos el poder del destino y el tiempo.

—¿Lo crees así? —Michelle asintió—. ¿Por qué piensas eso?

—Estos días he aprendido que existe algo más grande que nosotros los humanos en la tierra—murmuró Michelle—. Que hay un cosmos de posibilidades y que nosotros debemos tomarlas. El mundo va evolucionando, Camila. La gente va cambiando y los pensamientos, emociones y sentimientos también se van desarrollando con el tiempo. Se ha perdido el amor, la humanidad y la bondad. La gente ahora ya no ama, solo destruye. Quizás, en un futuro próximo es probable que la forma de ver una pareja pueda llegar a cambiar. Que el pensar en una persona de tu mismo sexo como posible pareja no sea una abominación, ni te maten por pensar que puede existir un diferente tipo de amor.

—¿Un tipo diferente de amor? —preguntó Camila y Michelle asintió.

—Un amor como el que pueden llegar a sentir personas como tú y yo—Camila besó la mejilla de Michelle con suavidad y la vio a los ojos. Los ojos que brillaban más que dos estrellas acompañantes del cielo nocturno—. Dos mujeres que son capaces de ver más allá de lo que dicta una sociedad. Una sociedad que no puede entender que cuando yo te miro a los ojos, me siento en paz y es como si me encontrara a mí misma.

—Esta mañana la poesía es parte de usted, Lady Dawson—Michelle le besó la mejilla y pegó su frente de nuevo a la de ella haciendo que los sombreros de ambas se movieran un poco.

—Es que te extrañé mucho—dijo muy sincera y Camila suspiró—. Estos cinco días que tenemos antes de mi partida te suplico que no me prives de tu compañía. Acompáñame a mis clases y pasamos juntas el día.

—Por supuesto—Michelle sonrió y Camila le correspondió de la misma forma sabiendo que su historia estaba iniciando y que a medida que pasaran los días se iría solidificando y respondiendo las preguntas que ambos corazones se hacían pero tenían miedo de pronunciar.

Sin embargo ninguna de las dos sabía que esa sería el último día que compartirían juntas. Que sus obligaciones y compromisos sociales complicarían tanto la situación que les sería imposible verse de nuevo, y Michelle se despediría de Camila por medio de una carta con una promesa escrita en ella.

Una promesa que no podría cumplir en muchos meses.

~*~

TIEMPO ACTUAL

EN ALGUNA PARTE SOBRE EL OCÉANO

—Pero la jefa y tú dijeron que no estaba lista—lo vio a los ojos—. No creo que sea conveniente probarla en esta vampira. Cuando la inyectamos sabes lo que pasó. Su rostro parecía el de un vampiro, pero no lo era, sus ojos sin embargo eran dorados como los de alpha.

—No es una vampira común—sonrió John—. Es lo interesante de todo esto. Vamos a poder comprobar científicamente como la cámara funciona con otras especies y eso nos dará una ventaja enorme contra nuestros atacantes. Si no funciona no se perderá gran cosa. Una vampira menos de que preocuparnos, Tay.

El asistente de laboratorio se quedó observando a John fijamente y luego a la mujer que dormía a unos metros de ellos. John volvió a leer el periódico cómodamente y los ojos de Tay se entrecerraron.

Algo no estaba bien.

Algo definitivamente no estaba bien lo que no sabía es como las cosas pueden cambiar en un abrir y cerrar de ojos.