El asistente de mi padre

24. "Pasado"

Soledad. Tristeza. Alejamiento. Falta de apetito. Y lo peor de todo, falta de amor.

Todas y cada una de ellas me han atacado las últimas semanas, desde la separación de mis padres. Luego de su separación hay días en los que me quedo con mi padre y mi hermana con mi madre y días después hacen el intercambio para que ambos puedan pasar tiempo con ambas o yo que sé; pero ya no es el mismo ambiente, ya no puedo fingir en el instituto como si nada pasara. Las chicas están de vocaciones con sus respectivas familias y Jake no puede estar a cada segundo que necesite hablar con alguien para mí; con Nathan ni mencionarlo, han pasado tres semanas desde que no lo veo debido que ya no voy a las sesiones de modelaje y al principio mi madre se resignó pero terminó accediendo pues creía que ya podía tomar mis propias decisiones y que no quería forzarme a hacer de nuevo algo que yo no quisiera, ya no más.

Mi padre le importó un bledo el hecho que dejará de asistir pues él simplemente sabía que yo asistía y no le afectaba en nada. Los chicos del institito son geniales sacando risas pero no son alguien con los que pueda hablar de algún asunto personal y menos si hace poco los conocí.

Si yo me siento así, no puedo imaginar como se sentirá mi hermana, seguro está destrozada.

-¿Te encuentras mejor?

-Podemos ir a visitarte si quieres.

-Está bien, chicas. Disfruten sus vacaciones, además debo hablar con mamá pero nos vemos mañana en el parque ¿De acuerdo?

Las chicas asienten y se despiden de mí. Bajo a la sala de estar donde se encuentra mi madre y para mi sorpresa con una botella de cerveza.

-¡Mamá! ¿Qué haces? -termino de bajar apresuradamente-. Deja eso, ni siquiera estás de acuerdo con beber alcohol ¿Por qué lo haces tú?

-No tengo la menor idea -es lo que logro entender de sus atropelladas palabras.

-Ven, sientate -la acompaño hasta uno de los sofás.

-¡Es injusto! Tonto Peter -habla sollozando.

-Está bien, mamá. Él es el que no pensó, no tienes porque estarte martirizando por algo que no es culpa tuya -le aconsejo.

-¡Pero lo amo! -grita a los cuatro vientos y empieza a llorar.

Oh vaya, esto será más difícil que lidiar con Melody.

-Mamá, fue lo correcto. Es un patán, que lastimosamente es mi padre, y no merece que estés llorando por una estupidez suya. Eres una mujer fuerte y no tienes que beber, te hace mal. No dejes que te domine, ese es su plan. No lo permitas.

-Ay Keitlyn, ya no sé ni que es lo que no debo permitir -sigue llorando en el sofá.

-Todo se resolverá, así como mi accidente.

-Y otro. Ves, todo es culpa mía. El accidente, que tu padre me deje, que Melody sufra, todo es mi culpa.

Sé que no debería aprovecharme pero la curiosidad es mayor que mi sentido común.

-¿Qué tienes que ver con el accidente?

-Ese día llamé a Lesly, ya había descubierto lo de tu padre y decidí hacerlo. Ella al principio lo negó pero al final logré hacer que lo aceptara, le dije tantas cosas que ya no recuerdo; le grité y hasta podría decir que le lancé maldiciones y ella se molestó; unos veinte minutos después me informaron de que habías tenido un accidente y fui al lugar dónde un microbús te había atropellado, pero no fue culpa de el conductor del microbus pues fue una reacción en cadena y la que lo provocó fue...