13. "Golpes y disculpas"

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Es sábado por la mañana y por alguna razón mis padres me permitieron salir a caminar un poco, así que aproveché y aquí estoy dando una vuelta por la ciudad.

Todo el camino he estado pensando en todo, literalmente todo. Mi padre no me ha vuelto a dirigir la palabra desde el martes que me dio el castigo y mi madre está rara desde ayer, no le habla mucho a mi padre y cuando lo hace es bastante cortante.

Y en lo que más he pensado es en mis amigas. Ya llevó cinco días sin hablarles y me hacen mucha falta en verdad, eran las únicas en las que confiaba y ahora ya no tengo nada.

Debo hablar con ellas, debo disculparme porque realmente no fue culpa suya, solo fue mi capricho y molestia con Sasha por no decirme que su hermano estaría allí.

Ella no tenía la culpa de que se le olvidase decirme, solo paso y ya, nada más

Debo disculparme ¿Pero ahora o espero al lunes para hablar con ellas?

Veo un teléfono fijo de los antiguos ¿Todavía funcionará? Se ve algo viejo y un poco oxidado, casi no se le ve el color original que creo era rojo, ahora más bien se ve blanco con manchas rosadas.

Me acerco y trato de ver si funciona. Levanto el aparato de color negro y es un poco pesado pero supongo que funciona porque cuando me lo coloque en la oreja soltaba unos pitidos agudos.

En la parte posterior de las teclas númericas está una abertura que creo es para insertar monedas y así realizar la llamada.

Lo sé más o menos gracias a mi abuela y sus historias de cuando era joven, ella falleció hace dos años; sin embargo sus recuerdos aún viven en mi memoria y corazón, y uno de ellos es sobre estos teléfonos fijos.

Inserto las dos monedas, presiono los número en la máquina que corresponden al número telefónico de Sasha y me coloco el aparato de color negro en mi oreja esperando que conteste pero nada, escucho su peculiar buzón de voz.

"Hola, soy Sasha y por el momento no me encuentro disponible, deja un mensaje de voz o llama más tarde, gracias"

Y se escucha el bip para dejar el mensaje de voz; sin embargo yo cuelgo el teléfono.

No es que no quiera dejarle mensajes, bueno prácticamente si, pero la verdad es que prefiero decirselo en llamada que en mensaje porque ¿Qué tal que no lo escucha porque sabe que es mío?

No, gracias. Prefiero seguir intentando. Y así lo hago.

Lo vuelvo a intentar y sucede lo mismo, el mensaje de buzón de voz y el bip de siempre.

Vuelvo a intentarlo y vuelve a suceder lo mismo, así hago hasta que como en el décimo quinto intento, escucho una voz muy diferente

"Buenos días, lamentamos informarle que ha excedido la capacidad de llamadas a este número. Lo sentimos mucho y sugerimos intentarlo nuevamente más tarde. Perdón por las molestias y muchas gracias"

Aparto el aparato de mi oreja y me le quedo viendo raro. ¿Es en serio? ¿Estas cosas tienen un limite?

Vuelvo a colocar el aparato donde iba inicialmente y empiezo a caminar en la acera. Meto mis manos en los bolsillos de mi pantalón y trato de pensar seriamente.

El asistente de mi padre Where stories live. Discover now