Hay amores que el tiempo no borra | Lysandro & Sucrette

XX. Mi forma de pedir perdón

Lynn

Actualidad

     Llego al cuarto arrastrando los pies y siento como las lágrimas se acunan en mis párpados. No puedo llorar o al menos debería intentar no hacer demasiado ruido puesto que Yeelen está en su cama durmiendo y tampoco me hace gracia que me vea así. ¿En qué estaba pensando cuándo se lo dije? Debí cerrar el pico y la velada hubiera sido perfecta.

Me visto con las primeras prendas viejas que encuentro y me desparramo en la cama, siento el cálido recorrido de las lágrimas por las mejillas, que por más que lo intente, no las puedo frenar. Ahogo mis penas apoyando la cara en la almohada.

Lysandro tenía razón, parece que soy feliz arruinándolo todo. Por supuesto que se iba a enojar, pero tampoco quería mantenerlo en secreto y ocultarle la verdad, no podía seguir como si nunca hubiera visto la foto y leído algunos de esos versos, ignorar la existencia de los pequeños dibujos a los costados de las hojas, firuletes adornando o flores que casi podían traspasar el aroma de lo bien trazadas que estaban.

Tal vez debo darle un tiempo y esperar a que me hable, pero pronto regresará al campo y no quiero perder la oportunidad de poder estar con él un poco más. Le mensajeo.

"Lo siento mucho. Perdóname."

No me responde, pero sé que lo vio. Insistiré un poco más, no puedo dejar que todo termine así.

"¿Qué puedo hacer para que me perdones?"

"No es momento para hablar de esto."

"Mañana podemos vernos?"

"Ok."

"En el parque a las 17?"

"Ok."

"No encontramos allí. Descansa y de nuevo, perdón"

Me siento un poco más calmada, al menos nos veremos y podré pedirle disculpas cara a cara, y tal vez mañana él esté menos enojado. Eso espero, sus mensajes fueron fríos, pero puedo considerar una buena señal que me esté dando la chance de encontrarnos de nuevo.

Con la yema de los dedos toco mis labios, hace un rato pude sentir la dulzura de su beso y todas estas sensaciones cálidas encender mi cuerpo por solamente tenerlo cerca, me parece inexplicable que las cosas hayan tomado este rumbo. Estuve en el cielo y caí directo al suelo, sin nada que amortigüe el golpe. Esta sensación agridulce dejó paso para que el sueño tomase posesión de mí.

En el trabajo no me pude concentrar, me equivoqué en varios pedidos, no fui capaz de dar bien los vueltos e incluso Hyun estuvo preocupado por mí. Él apoyó su mano en mi frente en más de una oportunidad para verificar que no tuviera fiebre. Me siento mal, pero no estoy en enferma como Hyun creyó, es un dolor anímico por comprender que estoy perdiendo de nuevo a Lysandro.

Yo era la que quería que algo pasara entre nosotros, yo coqueteé, yo insistí en no perder el contacto, hasta sé que yo di pie para que el beso sucediera... Y yo lo arruiné, lo lastimé una vez más con mi egoísmo. Ahora que lo veo tan lejos de mí que tengo que admitirlo: me estoy enamorando de nuevo de Lysandro. O quizá fui una tonta al pensar que alguna vez dejé de quererlo de este modo.