IV. El sábado

1.8K 197 10
                                    


Lynn

Actualidad


     Tanto Rosalya como Alexy creen que debería permitirme conocer a alguien nuevo, pero no sé qué tan dispuesta estoy a comenzar otra relación. Volver aquí significó encontrarme con un tiempo de mi vida que insistí en dejar atrás, y desde que hablé con Rosa de Lysandro no he podido evitar pensar en nosotros, en lo qué hubiera pasado si me animaba a llamarlo en vez de enfriar la relación de este modo, tal vez todavía estaríamos juntos y felices.

Imagino que ya no tiene sentido plantearme esos escenarios, las posibilidades de volver a vernos son escasas, al igual que las de estar juntos de nuevo. Me pregunto si todavía conserva su estilo victoriano al vestir, si continúa escribiendo canciones y poemas, supongo que lo que quiero saber es cuánto queda del Lysandro que conocí; pero no debo preguntarle demasiadas cosas a Rosalya ya que pensará que no he superado la ruptura. En estos tres años que no he vuelto a saber de él, intenté conocer a otras personas, y si bien tuve citas y salí con algunos chicos de la universidad, no llegué demasiado lejos con ninguno, al menos no como con Lysandro.

Entré al comedor, escogí un trozo de tarta y busqué con la mirada a mis amigos. Para mi sorpresa encontré a Alexy unicamente. Me acerqué a él y nos sentamos a hablar antes de seguir con las clases:

­­­­—¿Sigue en pie lo del sábado? —me preguntó— Eras tú la que estaba tan emocionada por ir al concierto de Castiel.

—Claro que sí, me da curiosidad ver en vivo a su grupo —contesté.

—¡Genial! Temía que a último minuto te arrepintieras. —confesó—. Que esto quede entre nosotros, hoy que Rosa no vino. Sé que ella puede ser un poco insistente con el tema, pero es porque quiere verte feliz con alguien. Ya sabes cómo se pone conmigo también.

—Lo sé —sonreí—. Solo que no siento que necesite que me esté buscando pareja por cada paso que doy. Es decir, no tengo problemas en conocer a alguien y no dudo que el sábado va a ser una oportunidad para ello, pero también quiero centrarme en disfrutar la noche con ustedes.

—Te entiendo, trataremos de hacer todo, disfrutar junto al resto y no desperdiciar la oportunidad de buscar chicos guapos —me guiñó el ojo—. Me comentaron que va a ir todo el grupo de filosofía.

—Ya sé a dónde quieres llegar —lo miré y nos reímos. En los primeros días, ante la insistencia de Rosalya, comenté que había un chico que me parecía atractivo. A partir de una búsqueda intensiva y gracias a contactos en común, supimos que estudiaba filosofía, sin embargo las posibilidades de lograr algo con él se esfumaron cuando supimos que tenía pareja.

El resto de la charla continuó sin más, lo bueno de Alex es que siempre tiene las palabras justas, sabe que no quiero forzar las cosas con el primer chico que aparezca y tenemos la confianza suficiente para saber hasta dónde debemos tocar determinados temas. Cuando terminamos de almorzar, él fue para clases y yo me dirigí directamente a mi habitación a buscar unos libros.

Yeelen, mi compañera de piso, es un poco... ¿peculiar? No sabría cómo describirla, pero con el paso de los días hemos podido llevarnos mejor que cuando nos conocimos. Estoy segura que ella también irá el sábado al concierto, creo haber entendido que se lleva bien con el grupo de Castiel y que es fan de su música.

Me pregunto que nos deparará este fin de semana, tengo un buen presentimiento.

Hay amores que el tiempo no borra | Lysandro & SucretteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora