Capítulo 20. Yo nunca.

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-Poché te traje aquí para que encontraras a alguien que te haga olvidar todo, pero no me refería a que te enredaras con Daniela Calle- rió comprensiva. Se que su intención es totalmente buena y me encanta la forma en la que se esfuerza para evitar hacerme sentir mal. Kathia es una muy buena amiga- Esto pasa por dejarte sola- volvió a reír haciendo que ligeramente soltara una pequeña carcajada- ¿Tan mal estuvo?.

-¿Te acuerdas de la chica que me golpeó?- le pregunte a lo que ella asintió- Ella nos descubrió- Suspiré colocándome mejor la chaqueta, pude visualizar en el espejo todo mi maquillaje corrido, parecía un mapache. Tomé otro poco de papel sanitario y retiré el maquillaje sobrante, había quedado más presentable.

-¿Y eso es un problema, por qué...?- alargó la última palabra.

-Daniela tiene novio, Kathia- dije- Y ese novio la engaña con esta chica- solté, no había querido contarle a Kathia sobre este problema, siento que mientras menos gente lo sepa, mejor-No se con que cara la veré mañana en la sesión de fotos- apoyé mi cuerpo en la pared que se encontraba detrás de mí. El alcohol definitivamente había desaparecido de mi sistema y las ganas de volver a tomar se acercaban.

-No pienses en eso ahora- tomo de mi mano para salir del baño, desganada la seguí. El sonido de la música aumentaba su intensidad con cada paso que daba, no tardamos mucho en llegar a la mesa donde se encontraban todos sentados en un circulo, incluida a Daniela, quien al verme solo volteó la mirada y recostó su cabeza en Mario, que se encontraba a su lado. Camila fijó su mirada en mí y no paraba de sonreír, tenía unas ganas de quitarle esa sonrisa de su rostro.

-Ven Pochéca- dijo Saak, rodeé mis ojos, ¿Cuántos apodos me han creado ya? Se que lo hacía para divertir pero en este momento no me parece gracioso. Me senté a su lado al mismo que Kathia tomaba asiento a mi lado. Daniela había quedado al frente de mí, podía observar todos sus movimientos si así lo deseaba pero su mirada solo se desviaba a cualquier parte menos en mí. Tomé uno de los vasos vacíos de la mesa y me serví lo primero que encontré, sin importar nada más lo bebí rápidamente; el líquido quemó mi garganta provocando que en mi cara se formara una mueca que al parecer fue graciosa para Gabe, quien rió sin parar al verme. Volví a llenar mi vaso.

-Calma fiera- rió Kathia mientras quitaba el vaso de mis manos, le devolví la sonrisa coqueta, necesitaba despejarme nuevamente. Quería olvidar por un momento en el lío en el que estaba metida y si el tequila que estaba en la mesa iba a ayudarme, no dudaría en volver a tomarlo.

-¿Y ella quién es?- preguntó Mario fijando su vista en mí, no pude evitar fruncir el ceño. Claro estúpido, finge que no me conoces.

-Ella es María José, ex de mi hermanita- dijo divertida Camila. Entre los dos me estaban comiendo viva y no sabía como defenderme. ¿Cómo la gente puede llegar a ser tan hipócrita? Mi cara se había tornado roja, sentí la sangre subir a mi cabeza, la ira se estaba apoderando de mí pero sabía que tenía que controlarlo, no podía volver a repetir lo de hoy en la mañana.

La cara de todos se dirigieron a mí, tenía bastante claro que la mayoría de este grupo no conocía nada de mí ni de mi pasado, incluyendo a Daniela y no me tomaría la molestia de dar explicaciones. Kathia tomó mi mano y la entrelazo con la suya, se lo agradecí, ese movimiento me hizo sentar cabeza y pensar dos veces mis acciones. Debería dejar de ser tan impulsiva.

-Y al parecer encontró nueva novia- dijo Mario al ver mi mano entrelazada con la de Kathia. Nadie decía nada, solo se escuchaba la música de fondo y pude notar como un ceño fruncido se presentaba en el rostro de Daniela ante las palabras de su novio. ¿Y ahora que le molestaba?

Tomé agresivamente el vaso que me había quitado Kathia y tragué todo su contenido. No quería responder, no debía caer en sus juegos. Daniela se alejó de Mario de una manera muy extraña haciendo que él la mirara confundido, al parecer estaba molesta y me mataba la curiosidad saber el porque. Las sensaciones que sentí cuando la bese volvían a mi mente cuando la veía; una sensación de cosquilleo y satisfacción mezclados con su aliento a menta y tequila. Inolvidable.

La Chica Del 269 | Caché (Terminada)Where stories live. Discover now