Amor Trascendental (prt. 1)

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En el pueblo de Anatolia gobernaba un rey, él cual había tenido tres hijas. Las hijas mayores del rey eran gemelas, apodadas "Las hermanas Geminas", la hija menor llevaba por nombre Psique, una princesa llena de belleza, sensibilidad e inocencia, que añoraba conocer el amor verdadero; su hermosura llego a ser venerada por el pueblo de Anatolia y sus alredores que luego llego a oídos de la diosa Afrodita, misma que sentía envidia y celos que los mortales e incluso los dioses dieran su atención a una simple princesa solo por ser la más bella de Grecia.
La diosa Afrodita inventó un plan de venganza en contra de Psique y hacerle un declive en su vida. Afrodita llamó a su hijo Eros y le ordenó que fuera hasta el castillo del reino y clavara una flecha en el corazón de la princesa para que esta se enamorase de un monstruo, el más horrendo y vil; el dios accedió a la orden de su madre y viajo hasta Anatolia para cumplir aquello que se le pedía, sin embargo cuando Eros llegó hasta aquel palacio real y entra por una de las ventanas, ve dormir a la princesa Psique, al contemplar su hermoso rostro, sus cabellos de bronce y su cuerpo que se transparentaba de su picardía; el dios quedo cautivado y enamorado, así que lanzo la flecha al mar y abortar la misión pedida.
Eros con la ayuda de Morfeo entro a los sueños de Psique transformado en un ave blanca que guiaba a la princesa hasta un bosque lejano prometiéndole encontrar al amor de su vida pero fuera del sueño, el dios Eros la había raptado y llevado hasta el palacio del Olimpo, dentro del sueño una voz le pedía a Psique que despertara y abriera los ojos latentemente, al despertar por completo y prender la lampara de fuego, al ver que no es su habitación, asustada corre a la puerta y decide huir del lugar mas una voz que venía de un obscuro rincón le dice que se detenga.

-¿Quién eres tú?-
-Soy con quien tanto sueñas-
-Espera... Tu voz me es familiar ¿te conozco de algún lugar?-
-No precisamente-
-¿Puedo ver quien eres?-
-No, de hacerlo todo esto abra terminado-

La princesa sabía perfectamente que había por fin encontrado el amor de verdad, al amor de su vida.
Eros llevo de vuelta a Psique a su castillo de la misma forma en que la rapto y desde ese día, el dios y la princesa se veían a escondidas del mundo y se amaban en la oscuridad de la noche, con solo la luz de luna y el tintineo de las estrellas, ocultados de la diosa Afrodita quien ya daba por castigada a Psique y del padre protector de la princesa. Era un amor joven y apasionado que nadie se podría imaginar.
Habían días en que Psique no regresaba al palacio, sin ver a su familia así que esta le pidió a Eros volver a ver a sus hermanas ya que las extrañaba demasiado, el dios le advirtió que eso podría costar el fin de su romance, pues sus hermanas por envidia acabarían con lo que alguna vez hicieron juntos, sin embargo la insistencia de Psique convenció a Eros. Al día siguiente por la mañana la princesa de reencuentra con sus hermanas y charla tras charla, Psique revela que mantiene un amorío con un joven galán.

-Y... ¿es atractivo?
-Oh... Mejor aún ¿tiene un palacio real como el de papá?
-Em... Sí, sí tiene un palacio pero... No lo conozco de su rostro, solo lo he tocado y trato de averiguar si es apuesto-
-Seguro no querida, ha de ser un hombre feo...-
-O tal vez sea un monstruo y tu ni cuentas te has dado-

Psique comenzó a dudar por lo que sus hermanas habían dicho, pensaba que quiza tenían razón, que era un monstruo y en cualquier momento llegaría a matarla, no debía permitir eso y pregunto a Las Geminias que podía hacer para conocer su rostro.

-A media noche, cuando él este dormido...-
-... Enciendes una vela, y sin que se de cuenta, te acercas a él y listo, podrás conocer a tu fiel amado-.

La princesa estaba convencida de que haría lo que sus hermanas le aconsejaron, esa misma noche pondría en marcha el plan. Esperó a que Eros durmiera, se sercioro de que estuviera en su sueño profundo para encender la vela y así lo hizo, con cautela, Psique se acercó y contempló a su amado, un joven apuesto, de facciones finas y masculinas, de labios carnosos, cuerpo atlético y... Unas inmensas alas blancas, en ese momento Psique, asustada se tapó la boca y giro la vela, haciendo caer una gota de cera ardiente sobre el torso de Eros, haciéndole despertar desconcertado y muy exaltado.

ErosWhere stories live. Discover now