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Jimin sonríe en todo lo que va del desayuno.

Yoongi le toma fuerte de la mano durante todo momento y le besa las mejillas cada que está distraído.

— Hueles muy bien   — menciona el alfa contra su cuello, susurrando (aunque está seguro que Taemin y Minji no escuchan por estar en su mundo) y besando rápidamente su piel.

— Hyung — Jimin se queja falsamente — Lo sé. Huelo a ti.

Yoongi sonríe orgulloso y el omega le golpea ligeramente el brazo.

Su novio no deja de tocarlo y decirle "Hermoso".
Las manos venosas de Yoongi se arrastran por sus muslos y aprietan; en ocasiones, cuando los otros dos no miran, muerde su cuello y le toca descaradamente el trasero.

Jimin ama eso; la manera en que Yoongi es romántico, tímido y provocador en momentos; cómo se preocupa tanto por él, lo hace reír y muestra siempre su cariño. Es el alfa perfecto.

Cuando regresan al departamento de Yoongi, éste no tarda en lanzarse a su omega y besarle profundamente.

Sus manos viajan a su cintura y junta sus cuerpos; Jimin rodea su cuello con los brazos y muerde su labio inferior, haciéndolo gemir.

— Creo que me hiciste ninfómano.

Jimin suelta una carcajada contra su boca, haciéndolo sonreír.

— ¡Hablo en serio, Park Jimin! No sabes lo bien que se siente estar dentro de ti, besarte, tocar tu piel y escucharte gritar mi nombre.

Jimin se sonroja y, como no tiene idea de cómo responder, simplemente agacha la mirada y soporta el calor de su rostro.

El día continúa nublado y Yoongi logra convencer a Jimin de quedarse más tiempo con él.

Ambos se acuestan en el sillón, con una ligera cobija encima y sus cuerpos unidos.
Esta vez, Jimin está acostado con Yoongi encima; su rostro recargado plácidamente en el pecho del omega y éste jugando suavemente con su cabello negro. En algunos momentos, Yoongi entierra su nariz en el cuello de Jimin e impregna su olor con emoción.

Hacía mucho que no se sentía tan pleno, tan feliz; ha tenido otras relaciones en el pasado, y tal vez suene cliché, pero Jimin es diferente.

Sus antiguas relaciones se basaban en ver a su pareja de vez en cuando y si tenía ganas; no solía entenderse con ellos o, incluso peor, tenían los mismos gustos y opiniones. Todo caía en monotonía, costumbres y peleas que llevaban a su orgullo al límite, terminando todo y sintiéndose en paz siendo libre luego de algunas semanas.

Luego apareció Jimin. El chico que lo enamoró con su voz, lo hechizó con su belleza y lo hizo caer con su encantadora personalidad.

Park Jimin es un sol; es lo que le hace sonreír, quien lo levanta cada día y lo motiva a continuar. Con Jimin olvida el hecho de que es una persona famosa, con responsabilidades sociales y problemas mayores.

Con Jimin es Min Yoongi, un chico de 23 años que olvida su depresión, su ansiedad, y cree en el amor para siempre.

Y es que no puede creer que alguien tan puro y precioso como el omega lo quiera a él, quien tan mala reputación tiene en los medios y el mundo de la música. Son todo lo contrario y eso los hace complementarse a la perfección.

— ¿En qué piensas? — la voz de Jimin lo regresa a la realidad, al igual que los pequeños besos que reparte por su cuero cabelludo.

— En ti.

Se acomoda para verlo mejor, y Jimin, sonriente, le roba un beso en la frente.

— Qué casualidad. Yo también pienso en ti. Siempre lo hago.

Sweets to the sweet | ymWhere stories live. Discover now