INTENCIONES OCULTAS (SHERLOCK BBC Y TÚ)

EL BANQUERO CIEGO (PARTE I)

Nota de autor

¡Hola a todos! Siento mucho habe tardado tanto en continuar con el fanfic, pero como el proceso de escritura es muy largo y tedioso (tengo que volver a ver el capítulo que toque e ir parándolo cada dos por tres para tomar notas de los diálogos a fin de ser lo más fiel a los sucesos de la serie posible) he de admitir que me daba un poco de pereza ponerme a ello, pero por fín la he superado y me he embarcado en la confección del siguiente episodio: El Banquero Ciego.

¡Espero que os guste!

(Este es bastante largo, para compensar por la larga espera <3 )

***

Llevo ya algunos meses viéndome con Sherlock y John. Con ellos me siento extrañamente como en casa.

Casi todas las tardes, en cuanto termino mi turno en el hospital, a menos que me toque alguna guardia, paso casi toda la tarde en su piso del 221B de Baker Street. Allí observo cómo John coge un libro de entre los muchos que hay en las estanterías del salón y se sienta en su sillón a leer con un buen té al lado, mientras que Sherlock está dando vueltas de aquí para allá, con su ordenador o con su móvil, buscando algún caso que le mantenga entretenido.

También hemos pasado mucho tiempo intentado averiguar quién demonios es Moriarty y qué es lo que quiere, dado que no sólo se "involucró" en los asesinatos del taxista sino que también secuestró a mi hermano Alex que, por cierto, se ha recuperado casi por completo del susto.

Sherlock cree que Moriarty quiere algo de mí o pretende que haga algo pero que mientras no vuelva a dar la cara seguramente no podamos seguirle la pista.

De esta manera, el tiempo se ha pasado volando desde el día que los conocí y, antes de que quisiese darme cuenta, ya es marzo.

Hoy, como cualquier otra tarde, me dirijo a su piso desde mi casa después de dejar la bata y mis instrumentos médicos. 

En la calle me encuentro con John, que está abriendo la puerta.

-¡Hola John! ¿Qué tal?

-Hola TN. Bueno, un poco cabreado.

Cierra la puerta detrás de nosotros y vamos subiendo las escaleras.

-¿Y eso?

Va a responderme cuando entramos en el salón del piso y veo a Sherlock sentado en su sofá con las manos bajo la barbilla, pensando en vete a saber qué.

-Te lo has tomado con calma -comenta el detective.

-Y no he hecho la compra -responde con cierta irritación John.

-¿Por qué?

-Me he peleado con una caja de pago automático.

Yo ahogo una risa.

-¿Te has pelado con una máquina? -le pregunto, sin poder esconder mi sonrisa.

-Le he ajustado las cuentas. ¿Tienes dinero? -le dice a Sherlock.

-Coge mi tarjeta.

John la saca de la cartera del detective y se dispone a salir de nuevo.

-¿Necesitas que te ayude? -me ofrezco.

-Gracias, TN. Pero esto ya es algo personal. No tardaré.

John abandona el piso. Cuando por fin estamos solos, tomo asiento en el sillón de John frente a Sherlock.

-¿Qué ha pasado con el caso del diamante? ¿Lo has cogido?

Él esboza una media sonrisa cargada de misterio.