EL BANQUERO CIEGO (PARTE V)

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AN: ¡Hola de nuevo! Madre mía... ha sido un hiatus tremendo. Me gustaría explicaros mi ausencia y el devenir de la historia un poco más, pero creo que antes os debo un nuevo capítulo. Os contaré más al final. Espero que lo disfrutéis mucho y MUCHÍSIMAS GRACIAS POR EL APOYO; no sabéis lo que lo valoro. Sois los mejores.

Por lo tanto, sin más dilación, os presento la quinta parte del Banquero Ciego.



Aún conmocionada por los acontecimientos, me apresuro a arrodillarme junto a Sherlock. Le quito la bufanda del cuello de un tirón. Él hace una profunda inhalación. 

-¿Estás bien? -Trazo la marca rojiza de su cuello con dedos temblorosos. 

Sherlock se toma sus buenos segundos en reaccionar, pero acaba asintiendo débilmente. Yo suelto el aire que no era consciente de estar conteniendo. El detective se sienta en el suelo y, a continuación, se palpa uno de los bolsillos de su abrigo negro. 

Observo con el corazón en un puño cómo extrae de él una pequeña flor de loto negra de papel. Sherlock y yo nos miramos, dispuestos a comentar el hallazgo cuando la voz de John retumba por toda la estancia. 

-¡Claro que no voy a pedir ayuda! ¡Porque soy Sherlock Holmes y yo trabajo solo! 

En otras circunstancias le haría caso, pero ahora mismo lo único que me preocupa es que el detective se encuentre bien. 

Le tiendo una mano para ayudarle. Sherlock la mira; luego me mira a mí. Otra vez a mi mano. Confusa pero todavía demasiado aturdida como para cuestionar nada, me limito a mirarle a los ojos. Y por desgracia, me doy cuenta demasiado tarde de que me he perdido en ellos y que, probablemente, él haya podido sospechar de...

Bueno, qué digo; es Sherlock Holmes. Por supuesto que lo sabe. 

Tras lo que parece una eternidad, acepta mi mano. Le ayudo a ponerse en pie y nos dirigimos a la puerta del piso de Soo Lin. Sin embargo, cuando tengo la mano en el picaporte, Sherlock me detiene. 

-TN yo... gracias. 

Su voz grave provoca que un escalofrío me recorra toda la columna. 

Incapaz de emitir palabra, le dedico una sonrisa. 

Al otro lado de la puerta, un malhumorado John nos está esperando. 

-Ya era hora. 

Haciendo caso omiso de su comentario, Sherlock le interrumpe. 

-La leche se ha agriado y la ropa empezaba a oler. Alguien ha salido pitando de aquí hace tres días. 

-¿Alguien salió pitando?

Sherlock señala con su dedo enguantado un nombre escrito a mano en el buzón del apartamento. 

-Soo Lin Yao -leo en voz alta. Me giro hacia mis amigos-. Tenemos que encontrarla. 

Parece que John se dispone a preguntar de nuevo, pero algo blanco a mis pies me llama la atención por el rabillo del ojo. Me agacho y recojo un sobre. "Soo Lin por favor dime si estás bien. Andrew." ¿Qué es esto? Le doy la vuelta y abro los ojos al ver el sello del sobre. 

-Y ya sé dónde encontrarla. 


*Time skip*

De nuevo en el National Antiquities Museum, el compañero de trabajo de Soo Lin, Andrew, nos está explicando que dejó la nota porque estaba preocupado ante su dimisión el día anterior. 

INTENCIONES OCULTAS (SHERLOCK BBC Y TÚ)Where stories live. Discover now